Incluso con la medicina moderna hoy en día, todavía no podemos encontrar una respuesta satisfactoria a las diferencias del cerebro humano (Foto: Getty).
Sabemos que los hombres suelen ser más grandes en apariencia, de mayor estatura y más altos que las mujeres. Pero ¿qué pasa con los órganos internos, típicamente el cerebro?
La cuestión de si existen diferencias tangibles entre los cerebros masculinos y femeninos es en realidad una de las preguntas más fascinantes y controvertidas en la historia de la neurociencia .
Junto con esto, surgen preguntas relacionadas como: ¿El cerebro de los hombres es más grande o el de las mujeres? ¿Tienen más neuronas los cerebros de los hombres o de las mujeres?
Desde una perspectiva histórica
La idea de que existe algo fundamentalmente diferente entre los cerebros masculinos y femeninos existe desde el siglo XIX.
La idea de comparar los cerebros masculinos y femeninos marca el surgimiento del movimiento feminista y antimonopolio y la influencia abrumadoramente masculina, dice la neurocientífica cognitiva Gina Rippon.
La idea de comparar cerebros era sencilla entonces: un cerebro más grande significaba mayor inteligencia.
Sin embargo, mediante la falsificación de datos y un enfoque un tanto laissez-faire para lograr la consistencia experimental, muchas “mediciones” antiguas parecen haber ido demasiado lejos simplemente para demostrar que los hombres tienen cerebros más grandes y más fuertes que las mujeres.
Aunque la verdad es mucho más compleja, e incluso con la medicina moderna tal como es hoy, todavía no podemos encontrar una respuesta satisfactoria.
El enigma sigue sin resolverse
El cerebro humano es considerado una obra maestra de la naturaleza, que contiene un poder de pensamiento y percepción sin explotar (Foto: Getty).
En la era de los electroencefalogramas, las tomografías por emisión de positrones/tomografías computarizadas y las resonancias magnéticas, se ha dedicado un gran esfuerzo científico a descubrir las diferencias anatómicas y funcionales en los cerebros de ambos sexos.
Aunque hay muchos artículos que afirman haber encontrado evidencia de esto, por otro lado, también hay muchos trabajos que muestran resultados diferentes.
En 2021, la neurocientífica Lise Eliot, en un proyecto que dirigió, desmintió por completo la idea del dimorfismo sexual en el cerebro humano. Este estudio demostró que, si bien los hombres tienen cerebros más grandes en promedio, esto no afecta el pensamiento ni la cognición individual.
Diferencias similares se observan claramente también en otros muchos órganos, como las manos, los pies, los ojos, la nariz, la boca... En lugar de centrarse en la estructura y lo innato, la investigación científica moderna se centra cada vez más en la adaptabilidad del cerebro.
En concreto, nuestros cerebros cambian físicamente a medida que adquieren nuevas habilidades. Sin embargo, cada persona tiene una percepción diferente de los cambios que se generan.
Esto sugiere que las diferencias entre dos cerebros individuales pueden tener más que ver con sus diferentes experiencias que con el sexo biológico.
Otro tema que rara vez se aborda al comparar cerebros es su vulnerabilidad a trastornos psicológicos y neurológicos. Un ejemplo de ello es el autismo, que antes se consideraba una enfermedad que afectaba casi exclusivamente a los hombres.
Sin embargo, recientemente, los científicos han encontrado evidencia de que el autismo también ocurre en mujeres y niñas, de muchas edades diferentes.
Más complejo que cualquier estructura del universo, el cerebro humano es una obra maestra de la naturaleza que contiene poderes sin explotar de pensamiento y percepción.
Hasta el momento, los científicos han logrado avances importantes en la decodificación de la compleja estructura del cerebro, pero eso aún parece no ser suficiente paraexplorar todo este "universo" en miniatura.
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