El Manchester United aún no ha encontrado una salida en el mercado de fichajes este verano. |
A menos de un mes del inicio de la Premier League, el Manchester United, bajo la dirección de Ruben Amorim, no solo no está listo, sino que además atraviesa un verano caótico. Todo en Old Trafford es un caos: desde retrasos en los fichajes, discordias internas, presupuestos ajustados hasta inestabilidad en la cúpula.
El único "blockbuster" y el preocupante silencio
Hasta la fecha, Amorim solo ha fichado a un delantero: Matheus Cunha, procedente del Wolves, por 62,5 millones de libras. Esta cifra no es pequeña considerando el presupuesto ajustado debido a la enorme carga financiera. Por ello, el Manchester United no ha podido fichar a un delantero de verdad, algo que Amorim considera una prioridad absoluta.
Todas las miradas están puestas en Bryan Mbeumo, del Brentford, pero las negociaciones se han estancado tras el aumento del precio de venta de 65 millones de libras a casi 70 millones. Los Diablos Rojos, bajo la dirección de Sir Jim Ratcliffe, están decididos a no pagar de más, pero cuanto más esperen, más perderán la oportunidad de preparar sus tácticas y su plantilla para la temporada.
En una de las señales más reveladoras del malestar en Carrington, cinco jugadores —Rashford, Garnacho, Antony, Sancho y Malacia— fueron enviados a entrenar por separado a las 17:00, cuando el resto de la plantilla abandonó el campo de entrenamiento. Se les consideraba "extras", nombres de los que el club quería desprenderse, pero aislarlos públicamente fue una ingenuidad.
Rashford aún no se marcha del Manchester United. |
En el mercado de fichajes, nadie quiere gastar dinero en jugadores que su club no necesita. Cuando el Manchester United necesita vender para comprar, necesita dinero para activar nuevos acuerdos, esta acción es como dispararse en el pie. En lugar de mantener el valor, provocan una grave depreciación de sus activos.
Desde la retirada de Sir Alex Ferguson, el Manchester United nunca ha vuelto a ser estable. Los entrenadores han ido y venido, y los fichajes estrella se han convertido en una carga. Ahora, Ruben Amorim vive el caos típico de Old Trafford: en menos de medio año, el equipo ha perdido a un director deportivo (Dan Ashworth), a un entrenador (Erik ten Hag) y ha tenido que recortar a cientos de empleados de la plantilla.
La temporada pasada, los Diablos Rojos terminaron 15.º, su peor resultado en la historia de la Premier League, y perdieron la final de la Europa League contra el Tottenham. "Tuvimos suerte de no descender", dijo el recién salido Christian Eriksen. Una lesión de larga duración de Bruno Fernandes podría haber dejado al club en la lucha por el descenso.
Sin embargo, incluso Fernandes, el mejor jugador del equipo, consideró marcharse. Admitió que "pensó mucho" sobre la oferta del Al-Hilal, y que fue Amorim quien lo convenció de quedarse. Pero la pregunta sigue en pie: ¿un club con más de mil millones de libras en deudas rechazó 100 millones de libras por un jugador que estaba a punto de cumplir 31 años? ¿Fue una decisión sensata por parte del club o se trató de una decisión financiera?
Un entrenador sin nada y con incógnitas tácticas
Amorim es conocido por su formación 3-4-3, que exige comprensión táctica y disciplina por parte de sus jugadores. La ausencia del Manchester United de las competiciones europeas la próxima temporada le dará más tiempo para conformar su plantilla. Pero el requisito previo sigue siendo contar con el personal adecuado, algo que aún no ha conseguido.
El Manchester United no logró fichar a Liam Delap. |
Tras perder a Liam Delap en el Chelsea, Amorim sigue sin delantero centro. Mbeumo no está claro. Y aún más preocupante, el portero titular, André Onana, tiene una lesión en el isquiotibial y podría perderse el inicio de la temporada.
El Manchester United vuela a Estocolmo, Suecia, para un amistoso contra el Leeds, pero aún cuenta con un solo fichaje. Si se trata de una reconstrucción, carece de estrategia. Si se trata de una transición, todo apunta a que nadie sabe realmente hacia dónde se dirige.
Amorim no hace milagros. Necesita jugadores, tiempo y, sobre todo, una dirección visionaria. Eriksen ha dicho: «La próxima temporada tiene que ser mejor, y creo que lo será». Pero esa es una convicción frágil a menos que Ratcliffe y Jason Wilcox, el nuevo director deportivo , actúen con rapidez.
Old Trafford espera un impulso, un plan claro para cambiar su suerte. De lo contrario, la temporada 2025/26 podría ser otro capítulo trágico en la interminable historia de declive del Manchester United.
Fuente: https://znews.vn/mua-he-roi-loan-cua-manchester-united-post1569479.html
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