Ajustar tu dieta, especialmente el desayuno, ayudará a reducir el estrés en el hígado, facilitará la recuperación y evitará daños mayores. En particular, se ha demostrado que algunos alimentos favorecen la función hepática, reducen la inflamación y mejoran el metabolismo de las grasas, según Eating Well (EE. UU.).
Los huevos cocidos y la avena son excelentes alimentos para el desayuno para personas con enzimas hepáticas elevadas.
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La avena reduce la carga sobre el hígado.
La avena es una fuente de betaglucano, una fibra soluble que mejora el metabolismo lipídico y reduce la grasa en el hígado. Se ha demostrado que el betaglucano reduce la inflamación y ayuda a regular las enzimas hepáticas ALT y AST.
Además, la avena, gracias a su alto contenido en fibra, se digiere y absorbe más lentamente que los almidones blancos, como el pan, los pasteles o el arroz blanco. Como resultado, la avena no provoca un aumento repentino de la glucemia, la mantiene estable y reduce la carga del hígado al metabolizar la glucosa. Un desayuno de avena cocida, con un poco de fruta fresca, es ideal para personas con enzimas hepáticas elevadas.
Frutas bajas en azúcar
Algunas frutas, como la manzana, el pomelo, los arándanos y los kiwis, son ricas en vitamina C, polifenoles y antioxidantes con efectos antiinflamatorios y antihistamínicos. En particular, los polifenoles presentes en las frutas ayudan a mejorar la función hepática en personas con enfermedad del hígado graso no alcohólico. Además, los arándanos también contienen antocianinas, compuestos que ayudan a mejorar la sensibilidad a la insulina y a reducir la enzima hepática ALT.
huevos cocidos
La colina es un nutriente esencial para la eliminación de la grasa del hígado. La deficiencia de colina provoca la acumulación de hígado graso y un aumento de las enzimas hepáticas. Los huevos, especialmente las yemas, son una rica fuente natural de colina.
Un huevo cocido contiene aproximadamente 147 mg de colina, casi el 30 % del requerimiento diario para adultos. Sin embargo, las personas con hígado graso deben consumir huevos cocidos o al vapor, y evitar los fritos, ya que el aceite sobrecarga el hígado.
Té verde
Beber una taza de té verde caliente por la mañana revitaliza el hígado y, además, aporta catequinas, poderosos antioxidantes que ayudan a reducir el daño hepático. Una investigación publicada en el International Journal of Molecular Medicine reveló que las catequinas del té verde ayudan a reducir la grasa hepática y a mejorar la función hepática mediante mecanismos antioxidantes y antiinflamatorios.
El té verde tiene muchos beneficios para la salud, pero no siempre es bueno beberlo. Los expertos recomiendan evitar beberlo en ayunas o demasiado fuerte, ya que puede irritar el estómago, según Eating Well .
Fuente: https://thanhnien.vn/men-gan-cao-an-gi-buoi-sang-de-khong-gay-qua-tai-gan-185250809180907093.htm
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