Cuando se habla de proteínas, muchas personas suelen pensar en alimentos como la carne, los huevos, la leche o las legumbres. De hecho, las frambuesas también contienen proteínas, aunque su contenido no es tan alto como el de los alimentos de origen animal, según la revista Eating Well (EE. UU.).
Las frambuesas con alto contenido en antioxidantes ayudarán a que los músculos se recuperen mejor después de la sesión de gimnasio.
Cada taza de frambuesas aporta aproximadamente 2 gramos de proteína. Por lo tanto, son ideales para aperitivos, postres o para combinar con otros alimentos ricos en proteínas, como yogur y batidos.
Además de las proteínas, las frambuesas también aportan muchos otros beneficios a quienes van al gimnasio y hacen ejercicio con regularidad. Estas bayas son famosas por su alto contenido en antioxidantes. Ayudan a reducir el estrés oxidativo, que puede causar inflamación muscular. Como resultado, los músculos se recuperan más rápido después del entrenamiento.
Las frambuesas también son ricas en vitaminas, minerales esenciales y fibra. Una taza de frambuesas contiene aproximadamente 7,6 gramos de fibra. Este tipo de fibra ayuda a mejorar la digestión y a sentirse saciado por más tiempo. Para quienes intentan bajar de peso, las frambuesas son una excelente opción para picar cuando el hambre aprieta. Gracias a su contenido de fibra, las frambuesas ayudan a sentirse saciado por más tiempo, controlan el hambre y contienen muy pocas calorías.
Los antioxidantes y la fibra de las frambuesas también ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. La Asociación Americana del Corazón afirma que la fibra ayuda a controlar los niveles de colesterol en sangre, mientras que los antioxidantes protegen los vasos sanguíneos de la inflamación y el daño.
Estudios también han demostrado que el contenido de vitamina C en las frambuesas es muy beneficioso para el sistema inmunitario y la salud de la piel. Minerales como la vitamina K y el manganeso también desempeñan un papel importante en la salud ósea y el metabolismo. Unos huesos fuertes ayudan a reducir el riesgo de lesiones durante el ejercicio o la actividad física.
Después de comprarlas, para conservarlas frescas durante mucho tiempo, es necesario guardarlas en el refrigerador. Si quieres conservarlas más tiempo, guárdalas en el congelador, según Eating Well .
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