Teléfono Liberty: fabricado en EE. UU., precio de $1999

Es posible fabricar un teléfono inteligente en Estados Unidos. Pero no será tan elegante ni potente como el iPhone con el que los estadounidenses están tan familiarizados. Y, por supuesto, costará mucho más.

Purism, la empresa de Todd Weaver, ha desarrollado el Liberty Phone, un dispositivo que demuestra que es posible fabricar un teléfono en Estados Unidos. Las especificaciones del teléfono, que habrían parecido impresionantes hace 10 años, ahora tienen un precio de $1,999. Eso es ahora, después de que su precio original fuera de $2,199.

El presidente Trump ha amenazado con imponer altos aranceles a los teléfonos inteligentes importados, para presionar a empresas como Apple, obligando así a las corporaciones a trasladar la producción de regreso a Estados Unidos.

Mientras tanto, la Organización Trump está promocionando un teléfono “Hecho en EE. UU.” por 499 dólares, pero las especificaciones técnicas muestran que el dispositivo no se puede fabricar en EE. UU. con la situación actual de la cadena de suministro.

Los analistas de la cadena de suministro coinciden en que es imposible igualar la calidad y la escala de la fabricación asiática actual. Pero el Liberty Phone de Weaver, no el teléfono de Trump, ofrece una visión real de la fabricación nacional y de por qué nadie más ha seguido su ejemplo.

La placa base del Liberty Phone se fabrica en la fábrica de Purism, el procesador proviene de Texas y el ensamblaje se realiza en las instalaciones de Purism en Carlsbad, California. Sin embargo, no todas las piezas son de fabricación estadounidense. Otros componentes provienen de China y otros países asiáticos. "Llevo 10 años trabajando en este proyecto y nos hemos esforzado al máximo para basarnos en la fabricación estadounidense", afirma Weaver.

Sin embargo, todavía hay algunas piezas que no cuentan con una cadena de suministro. Seguiremos mejorando hasta que tengamos una cadena de suministro en territorio estadounidense. Weaver afirmó que su empresa puede producir el Liberty Phone a un ritmo de unas 10.000 unidades al mes, pero hasta ahora ha vendido menos de 100.000. En cambio, se espera que Apple envíe unos 225 millones de teléfonos para 2024, según la firma de análisis de mercado Canalys.

El Liberty Phone tampoco es compatible con Android ni iOS. Su SoC, fabricado por la empresa holandesa de semiconductores NXP en Austin, Texas, está diseñado para coches, no para smartphones. Funciona con PureOS de Purism, que solo admite funciones básicas como llamadas, mensajes de texto y navegación web, además de algunas aplicaciones sencillas como una calculadora.

La pantalla y la batería provienen de China, mientras que la cámara trasera se importa de Corea del Sur. Weaver afirmó que la capacidad de producir un teléfono íntegramente fabricado en Estados Unidos se ve limitada por la falta de infraestructura nacional.

Por ejemplo, ninguna empresa en Estados Unidos produce actualmente pantallas de smartphones en masa. Estas dificultades, incluso a pequeña escala como Purism, explican en parte por qué Apple y otras empresas aún no han considerado seriamente traer de vuelta la producción de smartphones de alta gama a Estados Unidos.

Weaver afirma que el Liberty Phone cuesta unos 650 dólares en componentes y costos de fabricación. Los mayores costos de mano de obra de Purism en EE. UU. se compensan en parte con componentes más baratos y de menor calidad: una cámara básica, una pantalla de baja resolución y la mitad de la RAM. Weaver afirma que el Liberty Phone no está diseñado para competir con los iPhone actuales.

Aproximadamente la mitad de los clientes de Purism son agencias gubernamentales de Estados Unidos, añadió. "Para los consumidores, se trata de profesionales de la seguridad, padres que quieren teléfonos para sus hijos, personas mayores o personas que prefieren mantenerse alejadas de las grandes empresas tecnológicas", dijo Weaver. "Quienes necesitan una cámara potente en un teléfono no son a quienes queremos atender".