La dificultad para respirar puede ocurrir por diversas razones y en diferentes sujetos. En cada caso, es necesario comprender claramente qué síntomas requieren una evaluación médica oportuna.
La disnea es una afección en la que los pulmones no reciben suficiente aire, lo que provoca que la persona sienta que no puede respirar o que respira con menos frecuencia de lo normal. La sensación de disnea puede variar de una persona a otra. Por ejemplo, algunas personas sienten como si se estuvieran ahogando, mientras que otras sienten que no pueden respirar profundamente. La disnea es incómoda y puede causar complicaciones.
Mujeres embarazadas
La dificultad para respirar puede presentarse tanto al principio como al final del embarazo. Durante los primeros meses de embarazo, el aumento de los niveles de progesterona provoca que las embarazadas respiren más de lo habitual. El aumento de la frecuencia respiratoria puede provocar sensación de falta de aire. Además, el crecimiento fetal también puede reducir la capacidad de los pulmones para expandirse por completo, lo que provoca sensación de falta de aire.
Las mujeres embarazadas con dificultad para respirar deben buscar atención médica temprana si presentan síntomas acompañantes como ritmo cardíaco acelerado, mareos, dolor en el pecho, labios azules, tos persistente, tos con sangre, fiebre o escalofríos.
Niños
La dificultad para respirar en niños puede deberse al ejercicio, pero a veces es un síntoma de asma, enfermedad pulmonar o cardiopatía. Los niños con dificultad para respirar deben consultar a un médico si: presentan sibilancias, no pueden dormir debido a la dificultad para respirar, no pueden respirar en reposo...
La disnea es una afección en la que los pulmones no pueden absorber suficiente aire, lo que provoca una respiración débil o ahogada. Foto: Freepik
Anciano
La edad no es la causa de la dificultad para respirar, pero las personas mayores corren el riesgo de sufrir ciertas afecciones médicas que pueden provocar dificultad para respirar, como insuficiencia cardíaca y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Los adultos mayores deben consultar a un médico si experimentan dificultad para respirar y dolor en el pecho, malestar, mareos, desmayos, dificultad para respirar por la noche, hinchazón o tos con sangre...
Personas con Covid-19
La dificultad para respirar es un síntoma común de la COVID-19. Puede deberse a una neumonía. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., la dificultad para respirar también es más común en personas hospitalizadas con frecuencia que en quienes lo son con poca frecuencia.
Los pacientes con Covid-19 necesitan consultar a un médico si presentan dificultad para respirar acompañada de: fiebre, tos, fatiga, pérdida del olfato y del gusto, dolor de cabeza, dolores corporales...
Otros casos
Algunas otras causas comunes de dificultad para respirar pueden incluir:
Ejercicio : El esfuerzo durante el ejercicio a menudo aumenta su frecuencia respiratoria y puede provocarle falta de aire.
Estado de ánimo, emociones : Cuando una persona tiene sentimientos de miedo o pánico, esto también afecta la respiración, dando lugar a una sensación de dificultad para respirar.
Cambios de altitud : La presión atmosférica disminuye a medida que aumenta la altitud. Esta disminución de presión provoca que el volumen de aire inhalado contenga menos oxígeno, y el cuerpo tiene que esforzarse más para respirar. Las estadísticas muestran que altitudes de aproximadamente 1524 metros o más pueden provocar cambios en la respiración, incluyendo dificultad para respirar.
Contaminantes ambientales : Inhalar ciertos humos, contaminantes y sustancias químicas puede irritar los pulmones. Esta irritación provoca el estrechamiento y la inflamación de las vías respiratorias, lo que provoca dificultad para respirar.
En los casos mencionados, debe consultar a un médico si siente repentinamente falta de aire o presenta molestias, dolor u opresión en el pecho. Otros síntomas de alerta peligrosos pueden incluir: dificultad para respirar en reposo, dificultad para dormir, fiebre, sibilancias, dificultad para respirar después de una actividad física ligera o incluso en reposo.
Bao Bao (según Medical News Today, Healthline )
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