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Irán ha aumentado sus exportaciones a Rusia en medio del aislamiento político de Occidente, según la agencia de noticias iraní ISNA.
Una refinería de petróleo iraní en la isla de Khark, frente al Golfo. Foto: AFP/VNA |
Las exportaciones de Irán durante el último año (hasta finales de marzo de 2023) aumentaron un 30 % en comparación con el mismo período de 2022; el volumen de transacciones fue de aproximadamente 744 millones de dólares. Rusia es el décimo mayor comprador de productos iraníes.
Rusia e Irán están cada vez más entrelazados, desde la cooperación militar hasta la alineación geopolítica. El conflicto en Ucrania ha experimentado un crecimiento exponencial del comercio y la inversión entre las dos naciones euroasiáticas. Moscú espera alcanzar los 40 000 millones de dólares en comercio bilateral en los próximos años. Esto se produce en medio de conexiones aparentemente exitosas entre el servicio nacional de mensajería financiera iraní, SEPAM, y el sistema de mensajería financiera del Banco de Rusia (SPFS), lo que significa que ambos países pueden eludir la red bancaria internacional SWIFT, de la que Rusia está excluida por Occidente.
En años anteriores, hasta el 80% del comercio exterior ruso-iraní consistía en productos agrícolas y alimenticios. Sin embargo, en los últimos meses, Irán ha incrementado sus exportaciones de bienes industriales a Rusia en un 30% (poliestireno, bombas, autopartes, máquinas herramienta para metalurgia y productos similares), y como resultado, estas entregas han superado las exportaciones rusas a Irán por primera vez.
Un factor clave para la expansión del comercio bilateral entre Rusia e Irán es el desarrollo del transporte de carga a través del Mar Caspio. Esta ruta constituye el brazo intermedio del Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC), que, en un escenario ideal, conectaría los puertos rusos con los del Golfo Pérsico y la India. El INSTC es importante para Irán porque abre mercados de exportación no solo a Rusia, sino también a Turquía y Oriente Medio. Cabe destacar que la nueva distensión entre Irán y Arabia Saudí también ha impulsado el INSTC. El INSTC también conecta a Irán con los mercados de la India y el Sudeste Asiático, y se espera que esté plenamente operativo a finales de 2023.
La convergencia entre Rusia e Irán es cada vez más estratégica, impulsada por el conflicto en curso en Ucrania, las tensiones entre Estados Unidos y China y la confrontación entre Rusia y Occidente, y se espera que se vuelva más estrecha.
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