La era del dinero barato podría terminar pronto.
La era de las tasas de interés bajas podría haber terminado. Las autoridades monetarias señalan que no prevén que los bajos costos de financiación regresen pronto.
La Reserva Federal decidió mantener las tasas de interés en su nivel más alto en dos décadas y dejó la puerta abierta a otra subida antes de fin de año. Pero hay un factor clave oculto tras las previsiones económicas recién publicadas.
Los funcionarios de la Reserva Federal no prevén un ajuste excesivo de las tasas este año, pero la situación podría cambiar a partir de 2024. Los expertos predicen que las tasas a corto plazo se mantendrán por encima del 5 % el próximo año y, para finales de 2025, se acercarán al 4 %, casi el doble del nivel de finales de 2019.
Para 2026, la Fed espera que la inflación esté completamente suprimida y que el crecimiento económico se estabilice nuevamente en su tendencia a largo plazo, aunque se espera que las tasas de interés sigan siendo más altas que antes del COVID-19.
En otras palabras, es probable que las tasas de interés más altas persistan durante años.
Esa conclusión se deriva en parte de una observación simple: la Reserva Federal ha estado aumentando las tasas de interés agresivamente durante el último año y medio, con retrasos demasiado largos.
El profesor Gabriel Chodorow-Reich (Universidad de Harvard) comentó: «Les sorprendió el nivel de crecimiento de la economía estadounidense este año. La fortaleza económica se mantiene, lo que sugiere que las tasas de interés podrían necesitar ser más altas para presionar el crecimiento. La política monetaria de la Reserva Federal no es tan restrictiva como pensábamos».
Consecuencias
La política monetaria y los tipos de interés de la Reserva Federal afectan al resto de la economía, encareciendo los préstamos para comprar un coche, una casa o expandir un negocio. Los tipos hipotecarios, por ejemplo, superan ahora el 7%, un aumento considerable desde un mínimo cercano al 2,7% antes de que la Reserva Federal iniciara su campaña antiinflacionaria.
Las altas tasas de interés también pueden ser un problema para los prestatarios con grandes deudas, un problema que enfrentan tanto las compañías de bienes raíces comerciales como el gobierno de EE. UU.
El mercado bursátil estadounidense sigue deprimido. El índice S&P 500 cayó un 1,6 %. Cuanto más tiempo se mantengan altos los tipos de interés, más erosionarán las ganancias corporativas.
Pero para la economía en su conjunto, unas tasas de interés más altas podrían traer algunos cambios positivos.
Las herramientas de gestión económica de la Reserva Federal no funcionan bien en tiempos de bajas tasas de interés. Las autoridades tuvieron dificultades para impulsar la economía lo suficiente en los años posteriores a la recesión de 2007-2009, ya que ni siquiera las tasas de interés cercanas a cero lograron atraer capital ni estimular la demanda. La recuperación ha sido lenta durante años. Subir las tasas de interés podría facilitar el estímulo del crecimiento en tiempos económicos difíciles. Unas tasas más altas también podrían ser una buena noticia para quienes han estado intentando ahorrar.
Por supuesto, los analistas predicen que el aumento de la tasa de interés de la Fed puede no hacerse realidad.
Las previsiones económicas de la Reserva Federal han sido criticadas por su falta de fiabilidad, especialmente a largo plazo. Si la recuperación económica se estanca en los próximos meses y el desempleo en Estados Unidos se dispara, las autoridades podrían verse obligadas a recortar los tipos de interés más de lo previsto.
Al ser preguntado por qué los funcionarios de la Reserva Federal esperan que las tasas de interés se mantengan altas hasta 2026, el presidente Powell mencionó el reciente y sólido crecimiento de la economía estadounidense. Sin embargo, el líder no llegó a una conclusión sobre cuánto tiempo se mantendrán las tasas de interés.
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