El nivel comunal no es sólo una unidad administrativa sino también una unidad profesional de gestión cultural.
A partir del 1 de julio de 2027, el modelo de gobierno local de dos niveles entrará oficialmente en vigor a nivel nacional, según la Resolución de la Asamblea Nacional . Esta transformación marca un importante paso en la reforma de la organización del aparato administrativo, con el objetivo de hacerlo más ágil, eficaz y cercano a la ciudadanía.
Sin embargo, en un campo específico como la preservación del patrimonio cultural inmaterial que está profundamente arraigado en la comunidad aldeana, el modelo de gobierno de dos niveles no es sólo un cambio de estructura, sino también un reposicionamiento del papel del nivel comunal: de "unidad coordinadora" a "entidad implementadora".
De “unidad coordinadora” a nivel comunal pasará a ser “entidad implementadora”
Esto exige que el nivel comunal no sólo esté presente en la administración, sino también elevarla a un nuevo nivel de gestión cultural de manera profesional, metódica y estrechamente vinculada a la comunidad.
Bac Ninh (que incluye las antiguas provincias de Bac Ninh y Bac Giang ) es la provincia con el sistema de patrimonio cultural inmaterial más rico del país. Expresiones únicas como las canciones populares de Quan Ho, Ca Tru, juegos folclóricos, festivales tradicionales y artesanías tradicionales han sido reconocidas por la UNESCO; el Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo las ha incluido en la Lista del Patrimonio Cultural Nacional y la comunidad las honra y preserva.
Durante muchos años, el mantenimiento y la promoción del valor de estos patrimonios ha contado con una importante contribución del gobierno distrital, que solía ser el "puente" entre la provincia y las bases, y organizaba directamente muchas actividades culturales, enseñanza, festivales... Cuando el gobierno distrital ya no existe, la responsabilidad se transfiere al nivel comunal, el nivel más cercano a la gente, donde los patrimonios realmente viven.
En la práctica, la implementación del modelo de dos niveles muestra que algunas localidades se han adaptado proactivamente, pero también ha revelado numerosas confusiones. Muchas comunas carecen de capacidad suficiente para organizar actividades culturales independientes, carecen de personal especializado cualificado, el presupuesto está disperso o no está claramente descentralizado, las instalaciones para actividades culturales comunitarias son limitadas, especialmente la falta de equipos profesionales de apoyo para la conservación del patrimonio inmaterial.
Esta situación dará lugar a que muchos valores culturales intangibles, aunque preservados por la comunidad, sigan cayendo en un estado de “espontaneidad”, careciendo de orientación a largo plazo, o desapareciendo gradualmente porque no hay nadie que los dirija u organice.
El nivel comunal actual no puede limitarse a realizar “movimientos culturales” como antes, sino que necesita pasar a desempeñar el papel de “gestión del patrimonio” de manera profesional.
No se trata sólo de organizar festivales y actividades artísticas de masas, sino también de elaborar de forma proactiva planes para preservar el patrimonio local, coordinar la enseñanza a las generaciones más jóvenes, establecer registros para gestionar a los artesanos y clubes, organizar festivales y competiciones, promover las comunicaciones y conectar con unidades de turismo, educación y medios de comunicación...
Esto no se puede hacer con eficacia si el personal cultural comunal todavía trabaja a tiempo parcial, carece de experiencia profesional o no tiene acceso a herramientas de gestión modernas.
Necesidad de formar, fomentar y profesionalizar el equipo de cuadros culturales a nivel comunal
Por lo tanto, la medida urgente ahora es profesionalizar el equipo de agentes culturales a nivel comunal. Es necesario implementar una política para contratar o capacitar a agentes culturales especializados en una dirección estrechamente vinculada a las prácticas patrimoniales locales.
Los cursos de capacitación de corta duración, las organizaciones de capacitación y el aprendizaje a partir de modelos típicos deben ser dirigidos de cerca por la provincia y, al mismo tiempo, considerar la aplicación de la forma de rotar expertos culturales de la provincia para apoyar a la comuna de acuerdo con el plan.
Delegación a nivel comunal
Una comuna con un patrimonio registrado necesita al menos una persona que entienda ese tipo, sepa planificar actividades, proponer un presupuesto y movilizar recursos sociales para organizar su implementación.
Al mismo tiempo, la provincia necesita establecer mecanismos y políticas claras para la descentralización de competencias hacia las comunas en la gestión cultural. Las comunas deben tener el derecho a tomar la iniciativa al proponer y organizar el reconocimiento de títulos culturales, apoyando a los artesanos y a las comunidades en la práctica del patrimonio.
El modelo de dos niveles no puede prosperar si la provincia aún ostenta todo el poder de decisión, mientras que las comunas solo piden, esperan y reciben. En la gestión del patrimonio, cuanto más cerca de la gente, más eficaz, siempre que las comunas cuenten con suficiente poder y las competencias necesarias.
En particular, es necesario promover modelos socializados y de autogestión comunitaria en la conservación del patrimonio, como los clubes Quan Ho, los grupos Ca Tru, los equipos de juegos folclóricos, los artistas folclóricos, etc. El gobierno comunal desempeña el papel de crear un ambiente, alentar el movimiento y brindar apoyo administrativo, no haciéndolo por la gente, sino "empoderándola".
Estas comunidades no solo contribuyen a la preservación de las habilidades y conocimientos tradicionales, sino que también generan vitalidad cultural a partir de la vida cotidiana, sin depender de grandes eventos. Si se les anima y se les conecta bien, estos grupos también pueden colaborar con escuelas y agencias de turismo, o incluso generar ingresos gracias al patrimonio que preservan.
Desde el lado provincial, es necesario jugar un rol activo de “partera”: construir un sistema de orientación profesional, brindar datos digitales sobre el patrimonio, organizar capacitaciones, conectar comunas con tipos de patrimonio similares para formar una red de aprendizaje y apoyo mutuo.
Los centros culturales provinciales o los museos provinciales, si se invierten adecuadamente, pueden convertirse en un apoyo para las comunas en la implementación de tareas de conservación, especialmente para las comunas con dificultades. La provincia también debe contar con un conjunto de criterios para evaluar a las comunas ejemplares en la conservación del patrimonio, considerándolo como un criterio para la selección de nuevas comunas rurales avanzadas, promoviendo así la competencia y la difusión de valores positivos.
No puede haber conservación sostenible del patrimonio sin la participación de los actores comunitarios y un liderazgo adecuado por parte de las autoridades locales. En el contexto de las operaciones de gobierno a dos niveles que se han convertido en realidad, la pregunta no es "¿tiene la comuna suficiente capacidad?", sino "¿qué haremos para ayudarla a tenerla?".
Las autoridades comunales, si se profesionalizan, se empoderan y se acompañan en el momento adecuado, pueden convertirse plenamente en un núcleo sostenible en la causa de la preservación, conservación y promoción del patrimonio cultural inmaterial de la localidad.
Fuente: https://baovanhoa.vn/van-hoa/bao-ton-di-san-van-hoa-phi-vat-the-trong-boi-canh-van-hanh-chinh-quyen-2-cap-147332.html
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