Malasia alineará a jugadores naturalizados del 11-S en el partido contra Vietnam en junio de 2025 - Foto: FAM
Recientemente, un artículo de análisis en el New Straits Times advirtió francamente sobre la política de naturalización masiva de la industria deportiva de este país.
El artículo comienza con un detalle: cuando el equipo de fútbol masculino de Malasia se enfrentó a Vietnam en junio de 2025, 9 de los 11 jugadores en la alineación titular habían nacido en el extranjero.
Esto contrasta marcadamente con la década de 1980, cuando prácticamente no contaban con jugadores extranjeros en su plantilla. Ahora, la selección de Malasia cuenta con estrellas recién nacionalizadas como João Figueiredo, Rodrigo Holgado, Jon Irazabal, Facundo Garcés e Imanol Machuca, quienes contribuyeron a la victoria por 4-0 sobre Vietnam.
Gracias a esta política, la selección de Malasia se enfrenta a la oportunidad de participar en la Copa Asiática de 2027 por segunda vez consecutiva.
El baloncesto también está siguiendo un camino similar con la esperanza de sumar tres nuevos nombres de calidad del Congo, Nigeria y los EE. UU. a tiempo para los 33º Juegos del Sudeste Asiático en diciembre.
Sin embargo, el artículo plantea una pregunta candente: "¿Es este un analgésico instantáneo que es adictivo y tiene consecuencias a largo plazo?"
Las grietas se están mostrando
El mayor peligro surge cuando la naturalización se convierte en una droga adictiva. Cuando un delantero sudamericano o un central africano mejora sus resultados de inmediato, resulta muy tentador seguir nacionalizándose.
Esto hace que la camiseta de la selección nacional ya no sea un premio a años de duro trabajo de los jóvenes jugadores nacionales, sino una invitación "fácil" para los extranjeros.
El artículo señaló que la reciente derrota de la selección femenina sub-20 de Malasia en las eliminatorias asiáticas sub-20 fue un ejemplo doloroso. Perdieron 0-3 contra Irán, fueron aplastadas 0-16 por Japón y solo pudieron vencer a Guam (una isla con menos de 200.000 habitantes) por 2-0.
La diferencia de clase es demasiado evidente. Peor aún, incluso con algunos jugadores malasios nacidos en el extranjero en la plantilla, la diferencia sigue siendo enorme.
El artículo destacó que el dominio de Japón proviene de décadas de inversión en fútbol juvenil, ligas escolares y entrenamiento de élite.
El artículo tampoco dudó en poner como ejemplo a los países vecinos: "El fútbol femenino vietnamita ha llegado al Mundial. Incluso Bangladesh ha superado a Malasia".
¿Solución temporal o plan a largo plazo?
El artículo reconoce que la política de naturalización no es nueva y puede ser una política inteligente si se utiliza adecuadamente. Sin embargo, otorgar pasaportes para cubrir puestos que el fútbol nacional no puede cubrir debería ser solo una solución temporal, no un plan a largo plazo.
El fútbol malasio cosecha éxitos gracias a la política de naturalización - Foto: TTO
La pregunta más importante es si Malasia está utilizando esta “ventana dorada” del poder de naturalización para mejorar las debilidades del sistema.
El artículo señala la triste realidad: los torneos nacionales como la M-League atraviesan dificultades año tras año debido a problemas financieros. El sistema de formación de talentos del baloncesto juvenil es deficiente. El fútbol femenino sigue estancado en el tercer grupo en Asia.
Mientras tanto, el Sudeste Asiático y Asia en general no los esperan. Indonesia puede clasificarse para el Mundial de 2026. Filipinas está escalando posiciones en la clasificación de la FIFA.
Catar se ha convertido en una figura clave en el fútbol asiático. Estos países no solo se naturalizan, sino que construyen un estilo de juego sistemático en torno a esos jugadores naturalizados.
El artículo concluye con una dura advertencia: los jugadores naturalizados deben ser la punta de lanza, no el arma completa. El «éxito prestado» se siente genial en el momento, pero sin la base, «el dolor de cabeza será devastador».
Fuente: https://tuoitre.vn/bao-malaysia-canh-bao-chinh-sach-nhap-tich-thanh-cong-hien-tai-con-dau-dau-tuong-lai-20250812095747798.htm
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