De hecho, el azúcar está presente en muchos alimentos naturales, desde frutas, verduras y cereales hasta la leche. Sin embargo, estos azúcares naturales se digieren lentamente en el cuerpo, por lo que no provocan un aumento significativo de la glucemia y proporcionan una cantidad estable de glucosa a las células, según The Sun (Reino Unido).
Comer alimentos con alto contenido de azúcar durante un período prolongado no sólo causa diabetes sino que también aumenta el riesgo de padecer demencia.
Mientras tanto, muchos de los alimentos que consumimos a diario, como pasteles, dulces y refrescos carbonatados, contienen azúcar refinado. Este tipo de azúcar se digiere rápidamente, por lo que puede aumentar fácilmente el nivel de azúcar en la sangre. A largo plazo, una dieta alta en azúcar aumenta el riesgo de diabetes, enfermedades cardíacas, obesidad, daño hepático y muchos otros problemas de salud. Además, el cerebro sufrirá efectos negativos.
Consumir demasiada azúcar durante un período prolongado puede provocar niveles altos de azúcar en sangre, inflamación crónica, daño vascular y resistencia a la insulina. Todo esto puede afectar negativamente al cerebro y aumentar el riesgo de demencia.
La demencia es un término general para las enfermedades que afectan la capacidad de recordar, pensar y tomar decisiones. Entre las demencias típicas se incluyen la enfermedad de Alzheimer, la demencia vascular, la demencia mixta y la demencia con cuerpos de Lewy.
Los alimentos ricos en azúcar elevan el nivel de azúcar en sangre. Sin embargo, este bajará rápidamente, provocando hambre y antojos de alimentos ricos en carbohidratos.
Además, los niveles altos de azúcar en sangre pueden afectar la cognición y la memoria, lo que provoca dificultad para concentrarse y aprender. Esto se debe a que el azúcar puede inhibir los receptores nerviosos responsables de la memoria en el cerebro.
Para evitar estos efectos nocivos, lo primero es limitar los alimentos ricos en azúcar, especialmente los snacks. Al mismo tiempo, añadir proteínas, fibra y grasas saludables ayudará a reducir la cantidad de azúcar que entra al organismo.
Los alimentos ricos en azúcar elevan el nivel de azúcar en sangre. Sin embargo, este baja rápidamente, provocando hambre y antojos de alimentos ricos en carbohidratos. Las proteínas y la fibra ayudan a sentirse saciado por más tiempo, reduciendo el hambre y, por lo tanto, los antojos.
Consumir suficientes grasas saludables también es importante para la salud. Mientras que las carnes grasas y los alimentos fritos contienen grasas perjudiciales, el cacahuete, el aguacate y el yogur contienen grasas saludables que ayudan a reducir el hambre, los antojos y previenen el riesgo de aterosclerosis, según The Sun.
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