Las personas que comen unos 71 gramos de cereales integrales al día tienen niveles más bajos de deterioro mental que quienes comen menos, lo que equivale a ser 8,5 años más jóvenes, según una investigación estadounidense.
Los cereales integrales, como el pan integral, la quinua, la avena, el arroz integral y las palomitas de maíz, ofrecen muchos beneficios para la salud, incluida la salud del cerebro.
Un estudio realizado en noviembre de 2023 por la Universidad Rush (EE. UU.) sobre más de 3.300 personas, con una edad promedio de 75 años, mostró que las personas que consumían algunas porciones de cereales integrales cada día tenían un ritmo más lento de deterioro cognitivo y de la memoria.
Específicamente, los participantes se dividieron en cinco grupos según la cantidad de cereales integrales que consumían, incluyendo pan de centeno, pan de maíz, avena y quinoa. El grupo con menor consumo consumía menos de 0,5 porciones al día, mientras que el grupo con mayor consumo consumía aproximadamente 2,5 porciones al día. Una porción equivale a unos 28 gramos.
Como resultado, después de 6 años de seguimiento, el grupo que comió más cereales integrales tuvo un menor nivel de deterioro de la memoria, equivalente a ser 8,5 años más joven que los que comían menos de este alimento cada día.
Según los investigadores, los cereales integrales podrían tener un efecto protector sobre la cognición y la memoria. Gracias a su contenido de fibra, polifenoles y vitaminas B y E, proporcionan antioxidantes que reducen la inflamación y la oxidación asociadas con la pérdida de memoria.
Las personas pueden reducir el riesgo de demencia incluyendo cereales integrales (al menos de 3 a 5 porciones) en su dieta diaria. Una dieta saludable que incluya cereales integrales también beneficia el cerebro y la salud en general. Limite los alimentos procesados y los cereales refinados que no son beneficiosos. Algunos ejemplos son el pan blanco, los productos horneados, los bagels, el arroz blanco y la pasta blanca.
Pan integral. Foto: Freepik
Según el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral, una dieta mediterránea basada en plantas, rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos, aceite de oliva, pescado y mariscos, influye en el envejecimiento cognitivo. Esta dieta reduce el riesgo de padecer Alzheimer y demencia.
Los alimentos de la dieta mediterránea son ricos en antioxidantes que combaten enfermedades. Las personas que consumen una dieta rica en cereales integrales, frutas y verduras tienen un menor riesgo de padecer enfermedades. Consumir de 3 a 9 raciones de verduras y cereales integrales, y hasta dos raciones de fruta al día, según la dieta mediterránea, puede prevenir la neurodegeneración y enfermedades crónicas como las cardiopatías, el cáncer y la diabetes.
Un estudio de 2020 de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido) con 511 personas también reveló que la dieta mediterránea se asociaba con una mejor función cognitiva. Con el tiempo, este patrón de alimentación puede ralentizar el deterioro cognitivo y reducir el riesgo de desarrollar formas de demencia. Seguir una dieta mediterránea también mejora la cognición en personas con riesgo de padecer enfermedades cardíacas y otras enfermedades vasculares.
Mai Cat (según Everyday Health )
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