La leucemia es un grupo de enfermedades en las que las células cancerosas afectan la función y la producción de células sanguíneas en la médula ósea. Los tipos más comunes de cáncer de sangre son la leucemia, el linfoma y el mieloma, según el sitio web de salud Healthline (EE. UU.).
El dolor óseo persistente puede ser un signo de leucemia.
Leukemia UK afirma que la leucemia se produce cuando se desarrollan mutaciones anormales del ADN en las células sanguíneas. En la mayoría de los casos, estas mutaciones causan problemas de salud incontrolables y de por vida. Dado que estas mutaciones se producen en el ADN, pueden transmitirse a las generaciones futuras.
La detección temprana de la leucemia es fundamental para prevenir la progresión de la enfermedad y aumentar las probabilidades de supervivencia del paciente. Los signos de leucemia que pueden detectarse con sentido común y observación incluyen:
fatiga crónica
Cuando se padece leucemia, el cuerpo cae fácilmente en un estado de fatiga prolongada. Esta condición se diferencia de la fatiga normal en que, incluso con descanso, el paciente no la supera. En este momento, las células cancerosas han afectado la formación de células sanguíneas en la médula ósea, lo que provoca anemia. Con el tiempo, esta condición causa fatiga.
Dolor de huesos
La leucemia puede causar dolor en los huesos. , especialmente los huesos largos de brazos y piernas. Los cánceres de la sangre, como la leucemia, el linfoma y el mieloma, afectan considerablemente la médula ósea. Esto provoca dolor en la médula ósea. El dolor óseo afecta el movimiento y aumenta el riesgo de fracturas y anemia.
Fácil aparición de hematomas y sangrado
Cuando se tiene leucemia, el mecanismo de coagulación sanguínea del cuerpo no puede funcionar correctamente. Esto se debe a que el cáncer altera el funcionamiento normal de las plaquetas, esenciales para la coagulación sanguínea. Como resultado, la piel puede presentar hematomas con facilidad y sangrar mucho, incluso por golpes o lesiones menores.
Ganglios linfáticos inflamados
Los ganglios linfáticos inflamados, especialmente en el cuello, la axila o la ingle, pueden ser un signo de linfoma. Este es un tipo de cáncer de la sangre que afecta a los ganglios linfáticos. Estos se inflaman porque las células cancerosas han crecido y se han acumulado en estos tejidos. Los ganglios linfáticos inflamados son sensibles al tacto y aumentan de tamaño con el tiempo, según Healthline .
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