Hace muchos años, Fansipan era el destino predilecto de los viajeros aventureros, ya que el pico de 3143 m en la cordillera Hoang Lien Son, el techo de Indochina, era uno de los terrenos más accidentados y peligrosos. En aquel entonces, solo existían senderos guiados por guías, llenos de acantilados escarpados, profundos barrancos, densos bosques tropicales y un clima cambiante a cada hora. A veces soleado, a veces lluvioso, el viaje a Fansipan en el pasado era un gran desafío para los grupos turísticos. Desde Sapa, había tres rutas que conducían a la cima de Fansipan: Tram Ton, Sin Chai y Cat Cat; cada ruta tiene características diferentes, pero todas tienen algo en común: este viaje no es para quienes carecen de la resistencia y la voluntad para superar el desafío.
Más tarde, la localidad renovó el camino que sube a la montaña desde Tram Ton, lo que ayudó a los turistas a ahorrar mucho tiempo y energía. Ya no hay que dormir en tiendas de campaña en el bosque ni preocuparse por la falta de comida y agua; los puestos de descanso a 2200 y 2900 m de altitud garantizan hoy comida y alojamiento para unos 100 huéspedes simultáneamente. Los porteadores mong son cada vez más amables y dominan la cocina. El camino empedrado es también más espacioso y seguro que las etapas con barandillas. Los tramos empinados están atados con cuerdas y se clavan estacas de madera en los acantilados. El ascenso al Fansipan siempre da la bienvenida a todos los miembros de la sociedad, y aunque ya está en funcionamiento el teleférico, viajar por carretera sigue siendo un placer difícil de ignorar.
Solo yendo así, superando el desafío, se puede experimentar plenamente la belleza de la naturaleza. La alfombra de rododendros floreciendo con brillantes colores, los imponentes troncos de los árboles que a veces dejan caer pétalos blancos, las flores silvestres, cuyos nombres pocos conocen, que florecen tímidamente tras la espesa vegetación, las nubes blancas que llenan el cielo, los vastos espacios verdes que se abren de repente tras una distancia donde solo las hojas ocultan la vista... Y, por supuesto, pisar la cima más alta de Indochina sin depender de la fuerza de tracción de las máquinas seguirá siendo un gran orgullo para todos.
No muy lejos de Fansipan, en la frontera entre las provincias de Lai Chau y Lao Cai, Bach Moc Luong Tu también atrae a muchos turistas. Con una altitud de 3045 m, esta montaña es atractiva por su dificultad y la belleza de sus paisajes. No hay una carretera estándar; para escalarla hay que seguir el sendero y, por supuesto, se necesita un guía local. Los grupos de montañistas, que llevan sus propias tiendas de campaña, comida, medicinas y suministros médicos , suelen tardar 3 días y 2 noches, a veces más, en alcanzar la cima de la montaña por encima de esta capa de nubes. Muy peligroso pero hermoso, Bach Moc Luong Tu es un lugar ideal para la caza de nubes, donde los fotógrafos traen fotos inolvidables a la comunidad, ya que las nubes aquí son tan mágicas como las de los cuentos de hadas: a veces blancas y esponjosas, a veces rosa brillante al amanecer, y a veces el cielo aparece con formas mágicas.
Igualmente atractivo es el pico Pu Si Lung, en la comuna de Pa Ve Su, distrito de Muong Te, provincia de Lai Chau . Grupos de montañistas suelen reunirse en el pueblo y luego recorren casi 20 km de camino forestal hasta llegar al hito 42, conocido como el "techo de la frontera". Esta ruta es ideal con la ayuda de los soldados del puesto fronterizo de Pa Ve Su a la cabeza. Es común ver que, junto al hito fronterizo, los jóvenes suelen llevar camisetas con la bandera nacional como muestra de su amor por la región fronteriza de la Patria. Desde aquí, hay que cruzar un camino de montaña de 6 km a través del bosque para llegar al pico Pu Si Lung. A primera vista, ese número puede parecer simple, pero solo experimentándolo uno mismo se comprenden las dificultades. Las laderas de las montañas, resbaladizas y muy peligrosas, solo están marcadas por las huellas de los senderistas, los densos bosques sin luz solar y los extraños insectos... todo lo cual pone a prueba la fuerza de voluntad de cada persona. Después de unas horas, el pico Pu Si Lung dará la bienvenida a los visitantes con un cielo vasto y nubes que se extienden hasta el infinito, desde donde parece que si simplemente alzas la mano, tocarás el cielo azul.
Revista Heritage
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