La presión arterial normal fluctúa alrededor de 120/80 mmHg. Si la presión arterial baja por debajo de 90/60 mmHg, se denomina presión arterial baja. La presión arterial baja puede ser tan perjudicial para la salud como la presión arterial alta, según el sitio web de salud Verywell Health (EE. UU.).
La diabetes puede empeorar los síntomas de la presión arterial baja.
Los síntomas comunes de la presión arterial baja incluyen dolores de cabeza, mareos, fatiga, inervación de las extremidades, palidez, náuseas e incluso shock y muerte. Estos síntomas son aún más preocupantes si el paciente también padece diabetes tipo 2.
Por lo tanto, los pacientes diabéticos deben prestar mucha atención a la presión arterial baja. Algunos de los siguientes problemas de salud relacionados con la diabetes pueden agravarla.
Deshidración
Cuando se tiene diabetes, el cuerpo elimina el exceso de glucosa de la sangre a través de la orina. Para ello, el cuerpo necesita agua. Por lo tanto, las personas con diabetes pueden deshidratarse fácilmente.
La deshidratación reduce la cantidad de líquido en el cuerpo y provoca una disminución de la presión en los vasos sanguíneos, lo que provoca presión arterial baja. En las personas diabéticas, la deshidratación también puede ser un síntoma de una afección más grave llamada cetoacidosis, que se produce cuando el cuerpo produce demasiado ácido en la sangre.
La cetoacidosis es una complicación peligrosa de la diabetes. Sus síntomas comunes incluyen fatiga, sed, calambres, micción frecuente, sequedad bucal y coma.
Neuropatía autonómica
Las personas con diabetes crónica pueden desarrollar daño en los nervios periféricos, lo que provoca neuropatía autonómica y un mayor riesgo de problemas de presión arterial. Cuando los nervios están dañados, no pueden enviar señales eficazmente a los vasos sanguíneos para que se contraigan, lo que ayuda a mantener una presión arterial adecuada.
Para las personas con diabetes, permanecer de pie durante mucho tiempo puede fácilmente provocar presión arterial baja con síntomas como mareos, aturdimiento e incluso colapso repentino y lesiones.
Para reducir el riesgo de una presión arterial peligrosamente baja, las personas con diabetes deben evitar las comidas copiosas. Al comer en exceso, la sangre se dirige al estómago para concentrarse en la digestión y reducir la presión arterial en otras partes del cuerpo. Además, según Verywell Health , también deben beber mucha agua, evitar los dulces y el alcohol, y no permanecer de pie demasiado tiempo.
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