Un hombre en Guangzhou, China, llevó dos muestras de cabello al Centro de Tecnología Genética y de ADN de la ciudad para una prueba de paternidad. Inesperadamente, al recibir los resultados, se sintió profundamente angustiado.
Al compartir con el consejero, el hombre comentó que él y su esposa llevaban cuatro años casados y tenían un hijo de tres años. Antes de casarse, había oído mucho sobre su infidelidad con su jefe en el trabajo. Sin embargo, siempre la amó y creía que era cosa del pasado. Su esposa era hermosa, así que quizás sus compañeros habían inventado esas malas historias.
Recientemente, leyó por accidente los mensajes íntimos entre su esposa y su jefe. Inmediatamente le pidió a su esposa que lo aclarara, pero ella insistió en que el niño era suyo. Aunque amenazó con hacerse una prueba de ADN, ella se negó a admitir que le había hecho algo malo.
Incluso trajo los elementos para analizar el ADN del padre y del hijo, y luego le llevó los resultados de las dos muestras que tenían el mismo linaje a su esposo.
Tras muchos días de reflexión, el esposo tomó su cabello y el de su hijo para hacerles una prueba de ADN. (Foto: Sohu)
Tras muchos días de reflexión, se llevó el cabello de su hijo y el suyo para hacerse una prueba de ADN. Al ver los dos resultados diferentes, supo que su esposa había intervenido. Cuando llevó los resultados a casa para confrontar a su esposa, ella se arrepintió y le pidió perdón. Sin embargo, él no podía perdonar las mentiras de su esposa.
Al día siguiente, acudió al centro a buscar una muestra para sus papeles de divorcio. También le comentó al examinador que, como su esposa y su jefe habían cambiado la muestra de cabello, tuvo que solicitar una segunda prueba.
Resultó que, según la esposa, al momento de la concepción, tuvo una aventura con su esposo y jefe, por lo que desconocía a quién pertenecía el hijo. Antes de que llegara el hombre, la esposa había acudido al centro de pruebas llorando y rogándole al director que modificara los resultados, pero, por desgracia, no los aprobaron.
En cuanto al esposo, cuando recibió los resultados, aún esperaba que el niño fuera suyo, pues para él lo era todo. Siempre había amado a su hijo durante muchos años, pero al descubrir que no era su hijo biológico, se sintió destrozado.
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