Gusanos en el cuerpo del paciente - Foto: BVCC
El doctor Le Van Thieu, del Departamento de Infecciones Generales del Hospital Central de Enfermedades Tropicales, compartió que acababa de recibir al Sr. LVV (58 años) quien llegó al hospital para un examen con dolor de cabeza, mareos, náuseas y dolor en los músculos del muslo derecho.
Los resultados de la radiografía mostraron la presencia de numerosos gusanos en los músculos. Tras la investigación, se descubrió que este hombre tenía preferencia por comer platos crudos y poco cocinados, como ensalada de pescado crudo, verduras crudas y morcilla.
Comer alimentos crudos o poco cocidos es la vía de entrada de las lombrices al cuerpo. Al ingerir larvas, estas pueden viajar por el torrente sanguíneo hasta el cerebro y los músculos, causando enfermedades. En este caso, los pacientes deben recibir tratamiento periódico", explicó el Dr. Thieu.
Especialmente cuando las larvas residen en el cerebro (se encuentran en el 60-96% de los casos), pueden provocar enfermedades neurológicas como dolores de cabeza (48,4%), epilepsia (6,2%), trastornos mentales (5,2%), trastornos visuales (15,6%), debilidad física - pérdida de memoria (28,1%), espasmos musculares (34,3%).
Además, las larvas subcutáneas e intramusculares representaron el 18,57%, principalmente en el diafragma, músculos de la lengua, músculos deltoides, tronco, extremidades y cuello, debajo del cuero cabelludo...
Muchos pacientes piensan que la morcilla de cerdo, pato y pollo “criada en casa” es limpia, por lo que la comen sin saber que corre el riesgo de infectarse con tenias y otros patógenos peligrosos como diarrea, cólera, disentería, estreptococos, etc.
Mientras tanto, comer verduras crudas, especialmente verduras acuáticas (apio, espinacas de agua...), tiene un riesgo particularmente alto de infección con gusanos y parásitos peligrosos.
En el entorno natural, las larvas de la cola y los quistes del trematodo hepático se adhieren a vegetales acuáticos o nadan en el agua. Las verduras que crecen bajo el agua, como el cilantro vietnamita, la espinaca de agua, el apio, el berro... o beber agua cruda contaminada con larvas de tenia, aumentan el riesgo de contraer la enfermedad", afirmó el Dr. Thieu.
El Dr. Thieu afirmó que, a través del tracto digestivo, las larvas grandes de duelas hepáticas ingresan al estómago, descienden al duodeno, se separan de la concha y penetran la pared duodenal hacia la cavidad peritoneal hasta el hígado, perforan la cápsula hepática e invaden el parénquima hepático, causando daño hepático. Esta es también la etapa que estimula la respuesta inmunitaria más potente del organismo.
Los grandes trematodos hepáticos parasitan principalmente el tejido hepático, pero durante la etapa de invasión, los trematodos pueden migrar y causar daños a otros órganos como la pared intestinal, la pared del estómago, la pared abdominal y, a veces, en la cápsula articular.
Tras 2-3 meses de invadir el parénquima hepático, los gusanos invaden el conducto biliar, maduran y ponen huevos. Allí, los gusanos adultos pueden parasitar y causar enfermedades durante muchos años (hasta 10) si no se detectan ni tratan.
¿Cómo prevenir enfermedades?
El doctor Thieu recomienda que para evitar la infección con gusanos, las personas deben tomar medidas para reducir los factores de riesgo como:
Mantener limpio el entorno vital;
Comer higiénicamente;
No comer alimentos crudos como ensalada de pescado, morcilla...;
Lávese siempre las manos con jabón antes y después de usar el baño;
Limite la cría de ganado en libertad, como los cerdos. Si cría cerdos, siga los procedimientos de tratamiento del estiércol o separe el criadero del entorno vital; desparasítelos regularmente.
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