Si acumula suficiente masa, un cuerpo celeste atraerá materia hacia su centro por gravedad y la dispondrá hasta formar una esfera.
Muchos planetas del universo tienen forma esférica. Foto: Ron Miller/Stocktrek Images
Gracias a los telescopios terrestres y espaciales, los astrónomos pueden observar los confines del universo. Por muy remotas o exóticas que sean estas regiones, hay algo que parece ser constante: hay muchos objetos esféricos.
"Es interesante que tantas cosas en el espacio que los humanos conocemos sean esféricas", dijo Live Science el 13 de noviembre citando a Anjali Tripathi, astrofísica del Programade Exploración de Exoplanetas de la NASA, que trabaja en el Laboratorio de Propulsión a Chorro en California.
El efecto de redondeo se debe a la «autogravedad», la fuerza gravitacional que un objeto —en este caso, un cuerpo celeste— ejerce sobre sí mismo. Cuando un planeta, o una luna, acumula suficiente masa, su autogravedad lo moldea hasta darle una forma esférica.
Los objetos del universo se formaron tras el Big Bang, hace unos 13.800 millones de años. Diminutas partículas de polvo que viajaban en nubes gigantes con forma de rosquilla comenzaron a colisionar entre sí. Si la colisión era lo suficientemente leve, las partículas de polvo se fusionarían, según la NASA. Estas colisiones sucesivas crearon un efecto de bola de nieve: a medida que se formaba un planeta, su gravedad aumentaba y atraía cada vez más materia.
«La gravedad atrae toda la materia hacia el centro de gravedad. Como en un fregadero, toda el agua se irá por el agujero del fondo. En el caso de los planetas, cada fragmento de materia intenta acercarse lo más posible al centro de gravedad», explica el astrónomo Bruno Merin, director del Centro de Datos Científicos ESAC de la Agencia Espacial Europea.
Los planetas seguirán moviendo materia hasta alcanzar un estado de equilibrio, un estado donde todo esté lo más cerca posible del centro. La única forma que logra tal equilibrio en el espacio es una esfera, afirmó Merin.
Mercurio y Venus son esferas casi perfectas debido a que son planetas rocosos de rotación lenta. Los planetas helados también tienden a ser círculos casi perfectos debido a la distribución uniforme de su hielo, explicó Merin.
Sin embargo, no todos los planetas son esferas perfectas. Los dos gigantes gaseosos, Júpiter y Saturno, se abomban en sus ecuadores debido a sus rápidas rotaciones. La NASA describe a Saturno como si se tratara de una pelota de baloncesto sobre la que alguien se sienta. La Tierra también se abomba ligeramente, menos del 1%, debido a la fuerza centrífuga, la fuerza hacia afuera ejercida por un objeto en rotación. Como resultado, la Tierra tiene una forma esférica ligeramente aplanada.
El espacio está lleno de esferas, pero algunos objetos no son redondos en absoluto. Los asteroides y los cometas pueden adoptar cualquier forma al colisionar y girar en el espacio interestelar. Marte tiene una luna con forma de patata llamada Fobos. De hecho, solo unas 20 de las casi 300 lunas conocidas del sistema solar son esféricas; el resto son más irregulares. Tripathi afirma que esto se debe a que sus pequeñas masas no tienen suficiente gravedad para crear una forma perfectamente redonda.
Thu Thao (según Live Science )
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