El Business Standard afirmó que la economía de Vietnam quedó devastada por una guerra larga y brutal, y que era comprensible que el país tuviera dificultades para superar las dificultades y recuperarse económicamente. Sin embargo, contrariamente a todas las especulaciones, Vietnam resurgió de las cenizas gracias a la visión política y la tenacidad de su pueblo.
Vietnam, conocido en el pasado por imágenes de dolor y pobreza, ha escrito una de las historias de éxito económico más prometedoras. Asia, de una economía agrícola devastada por la guerra, se convirtió en un vibrante centro de manufactura, comercio y tecnología.
Si bien muchos expertos atribuyen este ascenso a la voluntad política, otros factores como la formulación de políticas pragmáticas, la integración global, las ventajas demográficas y las decisiones estratégicas también han contribuido significativamente a la recuperación económica de Vietnam. El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica que el producto interno bruto (PIB) de Vietnam en 2025 podría alcanzar los 506 000 millones de dólares, ubicándose en el puesto 33 a nivel mundial.
El Business Standard afirmó que la estabilidad política jugó un papel clave en el proceso de recuperación de Vietnam, ya que, ante las dificultades de la posguerra, los líderes políticos vietnamitas mostraron serenidad, manteniendo la unidad e implementando políticas correctas. El Partido Comunista de Vietnam es considerado la vanguardia del pueblo vietnamita, un fiel representante de los intereses de la clase obrera, los trabajadores y toda la nación.
«Vietnam ha desarrollado su sistema político de forma muy sistemática. El Partido Comunista de Vietnam ha construido un modelo de liderazgo colectivo dentro del partido...», citó el periódico a Altaf Parvez, investigador de la historia del sur y el sudeste asiático.
La renovación también condujo a muchos cambios en Vietnam, especialmente un aumento significativo en la productividad agrícola, convirtiendo a Vietnam de ser un importador de arroz en uno de los principales exportadores de arroz del mundo.
Además, en la década de 1990 y principios de la década de 2000, Vietnam inició su camino de integración económica con el resto del mundo normalizando las relaciones con Estados Unidos, uniéndose a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en 1995 y convirtiéndose en miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2007. Gracias a la integración y la liberalización del comercio, Vietnam atrajo miles de millones de dólares en inversión extranjera directa, lo que llevó a un retorno al crecimiento en los años siguientes.
Además, Vietnam se ha posicionado estratégicamente como un centro manufacturero, uno de los motores del auge económico. El gobierno vietnamita ha ofrecido atractivos incentivos y exenciones fiscales a las empresas extranjeras, lo que ha atraído la inversión de empresas globales. Con el paso de los años, la cartera de exportaciones de Vietnam también se ha diversificado rápidamente, abarcando desde textiles sencillos hasta productos electrónicos, maquinaria y productos de alta tecnología.
Al mismo tiempo, Vietnam se beneficia de una población relativamente joven, lo que impulsa una rápida industrialización. El gobierno desempeña un papel clave en este proceso invirtiendo continuamente en educación, especialmente en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), así como adoptando políticas que favorecen el desarrollo de la economía digital, centrándose en la modernización de las políticas económicas.
“No se puede negar que Vietnam es un ejemplo brillante de resiliencia económica y una historia de éxito en materia de desarrollo”, concluyó The Business Standard en su artículo.
Fuente: https://baolangson.vn/suc-bat-kinh-te-va-cau-chuyen-phat-trien-thanh-cong-cua-viet-nam-5056867.html
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