Esta mina fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO a principios de este año. Inicialmente, la parte coreana se opuso firmemente, pero finalmente cedió después de que la parte japonesa cumpliera su condición de construir una zona de exposición en la mina para mostrar las condiciones de vida y trabajo de los coreanos que fueron obligados a trabajar y explotados por Japón. Además, Tokio se comprometió a celebrar ceremonias anuales en memoria de los trabajadores de esta mina. De hecho, esto también puede considerarse una buena intención de la parte japonesa. Ambas cosas han sido informadas por la parte japonesa a la UNESCO.
Una mina en Sado, Japón
Sin embargo, este año, Corea del Sur se negó a participar en las ceremonias conmemorativas en la mina de Sado, lo que decepcionó a Japón. Desde la perspectiva de Seúl, las razones para negarse a asistir a la ceremonia son muy válidas. Tokio no mencionó a los trabajadores norcoreanos que fueron obligados a trabajar y explotados, murieron y sufrieron enfermedades crónicas allí. Japón omitió la frase "trabajo forzado", que Corea del Sur consideró parte de la naturaleza del incidente. Además, Japón también invitó a varios políticos que habían visitado el Santuario Yasukuni a asistir a las ceremonias conmemorativas.
Esta nueva discordia es esencialmente un asunto del pasado que amenaza el futuro de las relaciones entre Japón y Corea, causando dificultades para ambas partes que buscan mejorar sus relaciones bilaterales. Además, la UNESCO también enfrenta numerosas dificultades.
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Fuente: https://thanhnien.vn/qua-khu-am-anh-tuong-lai-nhat-han-185241124230133948.htm
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