Los albaricoques son dulces, ligeramente ácidos y, a menudo, muy aromáticos. Un albaricoque redondo promedio mide entre 3 y 4 cm de diámetro. A pesar de su pequeño tamaño, los albaricoques están repletos de nutrientes esenciales para una buena salud.
Una taza de albaricoques contiene aproximadamente 3 gramos de fibra. La fibra de los albaricoques es soluble e insoluble. La fibra insoluble no solo aumenta el volumen de las heces, sino que también estimula el tránsito intestinal. La fibra soluble se disuelve en agua, ablandando las heces, según el sitio web de salud Healthline (EE. UU.).
Los albaricoques contienen muchos nutrientes que ayudan a mejorar la digestión, mejorar la circulación sanguínea y muchos otros beneficios.
Además de consumir alimentos ricos en fibra, es importante beber suficiente agua. La fibra sin agua puede causar estreñimiento. Comer albaricoques es una forma de complementar la fibra y el agua al mismo tiempo, ya que el 86 % de la fruta del albaricoque es agua.
Un estudio publicado en la revista Food and Function descubrió que la fibra y el sorbitol presentes en los albaricoques pueden actuar conjuntamente para mejorar la flora intestinal y tener un efecto laxante. El sorbitol es un alcohol de azúcar natural presente en la fruta y tiene un efecto laxante.
La fibra soluble presente en los albaricoques también ayuda a reducir el colesterol en sangre. Al entrar en el intestino, la fibra soluble se une al colesterol, impidiendo su absorción en la sangre. La fibra soluble y el colesterol se excretan juntos. Los expertos recomiendan un suplemento de 5 a 10 gramos de fibra soluble al día. Esta cantidad de fibra soluble puede ayudar a reducir hasta un 11 % el colesterol LDL (malo) en sangre.
Además, los albaricoques también contienen un nutriente extremadamente valioso: el antioxidante fenólico. Este antioxidante combate los radicales libres, ayudando así a prevenir enfermedades crónicas como la gastritis y la cirrosis, y a reducir el riesgo de aterosclerosis.
Los albaricoques también son una buena fuente de potasio, vitaminas A, C y E. Todos ellos son nutrientes necesarios para la función inmunológica, la salud ocular y muchas otras funciones corporales.
A la mayoría de la gente le gusta comer la pulpa del albaricoque. Sin embargo, la semilla es la parte más nutritiva. Una investigación publicada en la revista Foods reveló que la semilla contiene ácidos cafeico y gálico, que neutralizan los radicales libres y protegen las células del estrés oxidativo. Estas sustancias pueden mejorar la circulación sanguínea al aumentar la actividad plaquetaria.
Las semillas de albaricoque contienen un compuesto llamado amigdalina, que ha demostrado ser eficaz para eliminar las células cancerosas. Sin embargo, consumir demasiada amigdalina puede ser tóxico para el organismo, según Healthline.
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Fuente: https://thanhnien.vn/loi-ich-khong-ngo-cua-trai-mo-doi-voi-suc-khoe-185250122132029133.htm
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