Rodri está de vuelta. |
Rodri es la personificación del espíritu de lucha y unas ganas inagotables de jugar. Es el tipo de jugador que cualquier entrenador querría en su plantilla: alguien siempre dispuesto a aportar, que siempre prioriza al equipo y que está listo para volver a la cancha lo antes posible, incluso si eso implica superar las limitaciones físicas más extremas.
Pero a veces, esas mismas cualidades necesitan ser… contenidas. Y nadie lo hace mejor que Pep Guardiola.
Cuando la razón triunfa sobre la emoción
El pasado septiembre, Rodri sufrió una grave lesión —una rotura del ligamento cruzado anterior—, una lesión de la que muchos jugadores tardan al menos un año en recuperarse por completo. Pero Rodri se negó a aceptar esa situación.
Desde el momento en que entró en la sala de recuperación, estaba decidido a volver lo antes posible. «El médico me dijo que necesitaba un año de descanso, pero yo sabía que no necesitaría 12 meses», declaró a la televisión española con una determinación inusual.
Nadie puede culpar a Rodri por su entusiasmo. Un jugador que acaba de ganar el Balón de Oro y está en la cima de su carrera, es difícil soportar la sensación de estar al margen. Quiere jugar sus últimos partidos de la Premier League, formar parte de la selección española en la Liga de Naciones y avanzar en el Mundial de Clubes. Para Rodri, el tiempo es oro, y cada partido forma parte del legado que intenta construir.
Y cumplió su palabra: el 20 de mayo, 241 días después de su lesión, Rodri regresó al campo contra el Bournemouth. En el minuto 83, cuando pisó el campo, todo parecía estar aclarado. Pero para Guardiola, todo no había hecho más que empezar.
Puede que Rodri estuviera mentalmente preparado, pero Pep sabía que su cuerpo no. Y no dejó que las emociones, ni las de sus jugadores ni las suyas, dictaran decisiones cruciales. Así que, tan solo cinco días después, contra el Fulham, Rodri no jugó ni un solo minuto, a pesar del objetivo del equipo de clasificarse para la Champions League.
Pep no tiene prisa en utilizar a Rodri. |
El 26 de mayo se anunció la lista de convocados de la selección española. Rodri no estaba incluido. Para muchos, fue una sorpresa, incluso una decepción. Pero el comunicado del seleccionador Luis de la Fuente fue breve y completo: «Rodri acaba de regresar después de ocho meses y solo ha jugado 10 minutos. Eso es todo».
Detrás de esa declaración se esconde toda una estrategia. Pep influye discretamente, aconseja y protege a sus alumnos con la autoridad y la confianza que ha forjado durante tantos años en el Manchester City. Ante el gran deseo de Rodri de volver, Guardiola es quien lo aleja del ciclo precipitado de la fama. No para frenar, sino para proteger.
La Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2025™ es un gran escenario donde los campeones continentales compiten por consolidar su estatus global. Rodri, con su estatura y clase, merece estar en el campo. Pero Pep se mantiene firme en sus principios: cauteloso, paso a paso.
Contra el Wydad, Rodri salió del banquillo y jugó aproximadamente media hora. Lo mismo contra el Al Ain: otros 29 minutos desde el banquillo. En total, solo ha jugado una hora desde su regreso. No mucho, pero suficiente para encontrar el ritmo adecuado y acostumbrarse de nuevo a la alta intensidad. Y, sobre todo, para evitar errores que podrían hacer que los últimos 11 meses no tuvieran sentido.
El Manchester City está utilizando con cuidado a Rodri. |
Tras el partido contra el Al Ain, Pep dijo: «Jugó bien, durante más de media hora. Pero fue difícil, es normal; ha tenido una lesión larga. Echamos mucho de menos a Rodri, pero hay que ir despacio».
Tómate tu tiempo con lo más preciado.
Rodri es más que un gran centrocampista. Es un pilar, un moderador, el cerebro táctico del Manchester City. Y para Guardiola, este valor debe preservarse con absoluta paciencia. Pep entiende que en el fútbol moderno, con su calendario ajustado y la enorme presión que rodea cada paso, la prisa es el peor enemigo.
Al frenar a Rodri cuando más lo necesitaba, Pep ha demostrado un poder muy especial: no el de imponer, sino el de proteger. Y gracias a ello, Rodri tiene la oportunidad de volver no solo para jugar unos pocos partidos al final de la temporada, sino para seguir siendo el alma del Manchester City durante muchos años.
En el calculador mundo del fútbol, a veces lo correcto no es precipitarse, sino detenerse en el momento oportuno. Y Guardiola, como siempre, supo exactamente cuándo era ese momento.
Fuente: https://znews.vn/khi-pep-ghim-cuong-rodri-post1563221.html
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