El nuevo campeón del Abierto de Australia, Jannik Sinner, es un producto de la élite del tenis italiano, pero tiene la personalidad tranquila y disciplinada de un hombre de la frontera de habla alemana.
El 29 de enero, la Gazzetta dello Sport tituló a Sinner como el "chico de oro" en su portada, con un retrato del campeón del Abierto de Australia de 2024. El importante periódico italiano se enorgullece del tenista de élite, nacido en la academia del legendario Riccardo Piatti en la Riviera.
Antes de dirigirse a la costa sur de Francia para entrenar con el veterano entrenador Patti, Sinner nació y creció en la pequeña ciudad de San Candido, en el noreste de Italia, una región cercana a la frontera con Austria donde se habla alemán y es culturalmente rica.
"Es una parte completamente diferente de Italia", declaró el entrenador de Sinner, Simone Vagnozzi, a The Athletic sobre el lugar de nacimiento de su jugador. "Los italianos de allí son muy serios. No hablan mucho. Probablemente sea el lado alemán de Sinner".
Siiner con su primer título de Grand Slam, el Abierto de Australia 2024, en Melbourne Park la tarde del 28 de enero. Foto: Reuters
Al observar a Sinner jugar y comportarse, uno puede imaginarse su identidad alemana. Sinner es diferente a la mayoría de sus famosos compatriotas contemporáneos. Matteo Berrettini juega con pasión, saca con fuerza y no teme mostrar sus emociones. Lorenzo Musetti tiene un revés a una mano espectacular, mientras que Fabio Fognini es explosivo, hablador y puede estallar en cualquier momento.
Sinner demostró una compostura notable a sus 22 años. Cuando derrotó al rival más fuerte del mundo, Novak Djokovic, en las semifinales del Abierto de Australia el 26 de enero, el joven solo levantó los brazos en señal de victoria. No gritó, ni se rasgó la camiseta, ni saltó. Sinner también demostró su temple alemán en la final, donde perdió los dos primeros sets contra Daniil Medvedev, pero ganó los tres últimos.
"Tiene sentido del humor, y esa es su faceta italiana", añadió Vagnozzi sobre Sinner. El 11 veces campeón del ATP Tour suele bromear con su equipo técnico, llamándolos su segunda familia. Juega a las cartas y al golf con su entrenador Darren Cahill, un australiano de cultura diferente.
"No me pagan lo suficiente", bromeó Cahill cuando le preguntaron sobre la dificultad de entrenar a Sinner. "Siempre me hacía pasar un mal rato, me sacaba dinero jugando a las cartas y parecía disfrutarlo".
Al regresar a la entrevista, el entrenador Cahill reveló que su alumno era adicto al entrenamiento. Dijo: «Puede practicar un tiro durante cuatro o cinco horas. Si no le grito, no sale del campo de entrenamiento. Tengo que intentar equilibrar el entrenamiento y la competición de Sinner».
Sinner fue un deportista desde pequeño. Su padre era chef y su madre camarera en un restaurante de una importante estación de esquí. Por ello, esquió desde pequeño, convirtiéndose en campeón de esquí a los ocho años y segundo en el mundo del esquí italiano a los doce. Un año después de este éxito, Sinner abandonó por completo el esquí y el fútbol para centrarse en el tenis, siguiendo el consejo de su padre, chef.
"Estoy agradecido con mis padres por permitirme siempre hacer lo que me apasiona desde pequeño", declaró Sinner en una entrevista con el ATP Tour tras el Abierto de Australia de 2024. "Sin las muchas oportunidades que me brindaron, no habría sabido para qué estaba hecho".
Sinner acaba de ayudar a Italia a poner fin a su sequía de 47 años en la Copa Davis, en noviembre de 2023. Foto: ATP
El padre de Sinner, Hanspeter, lamenta no haber podido ver a su hijo competir en Melbourne la semana pasada. Pero tiene plena confianza en el chico, quien ha recibido una formación profesional y cultural durante una década. "Sinner sabe cómo comportarse. Le han enseñado desde pequeño y siempre ha sido un campeón para mí", dijo.
Sinner ganó 197 partidos y perdió 74 en cinco años como profesional. El entrenador Piatti le aconsejó en una ocasión que viera sus primeros 150 partidos como experiencias de aprendizaje. Pero Sinner alcanzó el éxito mucho antes, con su primer título en 2020, seguido de 10 más en tres años.
A principios de 2022, Sinner sorprendió al mundo al separarse de Piatti, el entrenador de 65 años considerado el genio del tenis italiano. En julio de ese año, Sinner se unió a la dupla Cahill-Vagnozzi. Cahill ha entrenado a tres números uno del mundo: Lleyton Hewitt, Andre Agassi y Simona Halep, mientras que Vagnozzi es experto en fitness, fisioterapeuta y, a menudo, guía directamente a Sinner durante los partidos.
La disciplina y la ciencia se han enfatizado más desde que Sinner se unió al nuevo equipo. Su objetivo es convertirlo en un jugador versátil, capaz de hacer más que simplemente batear constantemente detrás de la línea de base. Para cambiar, el equipo de Sinner acepta que debe dar un paso atrás para tener la oportunidad de avanzar dos pasos.
Sinner cayó al puesto 15 del mundo a finales de 2022, en comparación con la décima posición alcanzada a finales de 2021. Durante este difícil período, la perseverancia ayudó al talento italiano a mejorar gradualmente, mientras que Carlos Alcaraz ganó un Grand Slam y Holger Rune ascendió en el ranking ATP.
"La perseverancia me ha ayudado a superar mi propio nivel. No es fácil, hay que tener paciencia", dijo Sinner tras ganar el Abierto de Australia de 2024. "Este es sin duda el resultado de más de un año de trabajo, el proceso que hemos seguido juntos para encontrar mi mejor versión".
Sinner, como un alemán, no habla mucho ni siquiera de asuntos profesionales. Trabaja discretamente según su plan, progresando paso a paso con paso firme. Tras alcanzar los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos de 2022, llegó a las semifinales de Wimbledon 2023, antes de ganar el título en Melbourne la semana pasada.
"Solo hablé de táctica contra Djokovic unos 20 minutos antes de la semifinal del Abierto de Australia", reveló el italiano al ATP Tour. "El entrenador y yo hablamos principalmente de cómo manejar situaciones típicas. Cahill y el equipo me ayudaron a creer en mí mismo. El tiempo que pasamos juntos antes fue muy importante porque nos ayudó a entendernos y a conectar más".
Sinner es el tercer italiano en ganar un Grand Slam, y solo el segundo en la Era Abierta. Italia ha esperado medio siglo por un campeón individual masculino de un Grand Slam, por lo que todas las miradas están puestas en Sinner. El joven de 22 años se reunirá con el primer ministro y el presidente italianos esta semana, antes de regresar con su familia a las montañas nevadas de San Candido, donde su madre, Siglinde, ha bordado un mensaje de felicitación en alemán en una almohada nueva.
"También sabe cocinar", se jactó Siglinde a un periodista de la Gazzetta el 29 de enero.
Vy Anh
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