Irán declara la victoria, EE.UU. debe "pedir" a Teherán un alto el fuego
Tras 12 días de intensos combates, entró en vigor un alto el fuego entre Irán e Israel. Teherán afirmó que Estados Unidos "nos rogó que paráramos" y que habíamos ganado.
Báo Khoa học và Đời sống•28/06/2025
Tras 12 días de intensos combates, Irán e Israel finalmente alcanzaron un alto el fuego. Según el Servicio de Noticias de China del 24 de junio, citando al Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, se emitió un comunicado declarando un alto el fuego con "Israel y sus partidarios". Previamente, el primer ministro israelí, Netanyahu, también emitió un comunicado en el que afirmaba aceptar el acuerdo de alto el fuego entre Israel e Irán propuesto por el presidente estadounidense, Donald Trump. Cabe destacar que en las dos horas previas a la entrada en vigor del alto el fuego, ambas partes seguían luchando con todas sus fuerzas.
Irán lanzó al menos 11 misiles contra Israel, causando numerosas bajas. Casi al mismo tiempo, aviones de guerra israelíes también bombardearon emplazamientos de misiles en el oeste de Irán. Esta absurda escena de "proyectiles de artillería y cartas de alto el fuego volando juntos" puede considerarse un reflejo de la complejidad de la guerra en Oriente Medio. Aunque la guerra ha cesado, el conflicto y la disputa entre Irán e Israel no han terminado. Al igual que en la Guerra de Corea (1950-1953), Irán e Israel también lanzaron una ofensiva letal antes de la entrada en vigor del acuerdo de armisticio. Ambas partes coincidieron y quisieron aprovechar el período en que la otra mostraba signos de agotamiento para causar daños fatales. A las seis horas de entrar en vigor el alto el fuego, Irán lanzó seis ataques con misiles contra Israel, incluyendo Tel Aviv, y sonaron las sirenas en las principales ciudades israelíes. Asimismo, Israel no mostró piedad y lanzó múltiples ataques aéreos contra Irán. Desde la noche del 23 de junio hasta la madrugada del 24 de junio, muchos objetivos militares en Irán fueron atacados por aviones de guerra israelíes, y esta represalia militar encubierta de "liberación de inventario" expuso una vez más la naturaleza frágil del acuerdo de alto el fuego entre Irán e Israel. Al ver que Irán había perdido toda su capacidad de defensa aérea y que era hora de un ataque decisivo, el presidente estadounidense Donald Trump ordenó a la fuerza aérea y la armada estratégicas lanzar un ataque masivo con armamento pesado contra las tres instalaciones nucleares iraníes. Después, Trump llamó urgentemente al primer ministro israelí, Netanyahu, y finalmente obligó a Irán e Israel a pausar el ataque.
En cuanto al conflicto militar entre Irán e Israel, Irán fue sin duda el más perjudicado. La operación militar "León Ascendente", iniciada por Israel, se centró en destruir las instalaciones nucleares iraníes, asesinando a numerosos altos mandos militares y de la Guardia Revolucionaria, así como a numerosos expertos nucleares. Además, se destruyó un gran número de objetivos militares iraníes de gran valor. Tras anunciarse el alto el fuego, el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán declaró que eran el “bando victorioso” que había “obligado a Israel a poner fin unilateralmente a su agresión”, y las calles de Teherán, la capital de Irán, se iluminaron con hogueras de celebración. Tras esta propaganda estridente, se reflejan los precisos cálculos de Irán en el ámbito diplomático y propagandístico. Por un lado, Irán no ha reconocido públicamente la firma del acuerdo de alto el fuego. El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Araghchi, dejó claro que nunca se había alcanzado un acuerdo escrito. La razón por la que Irán optó por el alto el fuego es que Teherán ha mantenido una relativa moderación. Esta declaración, en realidad, demuestra que Irán tiene la ventaja absoluta y está en el bando ganador. Pero, en realidad, Irán ha mantenido contactos secretos con Estados Unidos, a través de su socio Catar, para implementar el alto el fuego.
Irán, por otro lado, también ha presentado un ultimátum, dejando margen para un alto el fuego y negociaciones. Según funcionarios iraníes, si Israel detiene sus ataques antes de las 4:00 a. m. del 24 de junio, Irán no tomará represalias. Esta retórica diplomática permite a Irán controlar aún más la situación. Para minimizar el papel de Estados Unidos, Irán se ha negado rotundamente a reconocer la mediación del presidente Donald Trump. La televisión estatal iraní señaló que el presidente Trump había instado a un alto el fuego de forma casi suplicante, y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica describió la disuasión del ejército estadounidense como un "tigre de papel". Al lanzar una serie de campañas de propaganda, Irán aprovechó la oportunidad para lanzar una oleada de misiles contra Israel, sorprendiendo a este último y poniendo al presidente Trump en un dilema. El ministro de Defensa, Israel Katz, insistió en que Irán fue el primero en violar el acuerdo de alto el fuego y declaró que Israel tomaría represalias, mientras que el ejército iraní negó haber lanzado los misiles. Ante una situación en la que ambas partes parecen ser víctimas y no la causa, el presidente Trump tuvo que acusar públicamente a Israel e Irán de violar el acuerdo de alto el fuego. Esta vez, Estados Unidos no solo no logró que Irán se rindiera de inmediato, sino que también provocó una ruptura fatal en la alianza entre Estados Unidos e Israel.
A largo plazo, el acuerdo de alto el fuego es solo papel mojado sin garantías para Irán e Israel. El odio y las contradicciones entre ambos países son completamente irresolubles. En el futuro, una simple chispa bastará para encender el polvorín de Oriente Medio. El breve silencio en el humo es solo un soplo de la próxima tormenta.
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