Empresas de todo el mundo están compitiendo para enviar pasajeros al espacio, y los entusiastas de los viajes pueden encontrar billetes más baratos.
Además de la tendencia de viajar por el mundo para "coleccionar suficientes países" en sus pasaportes, los superricos se están moviendo hacia una nueva tendencia: el turismo espacial. Este tipo de turismo surge cuando los turistas adinerados ya no se conforman con explorar todo el planeta.
La carrera para enviar pasajeros al espacio está siendo ferozmente disputada por el trío de multimillonarios Richard Branson, Jeff Bezos y Elon Musk para convertirse en el líder en este campo.
Sistema de naves espaciales New Shepard de Blue Origin. Foto: Blue Origin
El empresario estadounidense Dennis Tito fue el primer turista espacial: pagó 20 millones de dólares para volar en una nave espacial rusa y pasar siete días en la Estación Espacial Internacional (ISS) en 2001.
En 2021, tanto Virgin Galactic de Richard Branson como Blue Origin de Jeff Bezos, fundador de Amazon, lograron avances significativos al probar con éxito vuelos humanos al espacio suborbital. Los vuelos suborbitales son aquellos que no logran completar una órbita ni alcanzar la velocidad de escape, la velocidad mínima necesaria para escapar de la influencia gravitacional de la Tierra.
El Space Dragon de SpaceX de Elon Musk, desarrollado en colaboración con la empresa de turismo espacial Axiom Space, con sede en Houston, irá aún más lejos. En 2021, SpaceX realizará su primer vuelo civil, llevando a cuatro turistas al espacio y de regreso sanos y salvos. Un asiento en los vuelos se venderá por 55 millones de dólares.
Virgin Galactic afirma tener 800 personas en lista de espera para sus vuelos espaciales, cuyo precio es de 868.000 dólares por billete. Los vuelos están suspendidos hasta 2026 a la espera de una nueva línea de naves espaciales. Blue Origin subastó uno de los seis billetes para el vuelo, y un cliente pagó 2,8 millones de dólares por él.
El atractivo actual de los turistas espaciales no reside solo en realizar algunas órbitas alrededor de la Tierra, sino también en pasar tiempo en la EEI, donde se les servirá comida y alojamiento. Esto promete impulsar un nuevo negocio en el futuro: hoteles y restaurantes en el espacio. La agencia espacial rusa Roscosmos también está firmando un acuerdo para enviar multimillonarios a la EEI.
Los aspirantes a viajeros espaciales pueden optar por una opción más económica. Edyta Teper, vicepresidenta de ventas globales y operaciones comerciales de Space Perspective, se promociona como la primera experiencia de vuelo espacial de lujo y sin emisiones de carbono del mundo. La visión de la compañía, con sede en Florida, es hacer que los viajes espaciales sean accesibles para todos, no solo para los millonarios.
Ya están abiertas las reservas para la Nave Espacial Neptuno, una nave presurizada impulsada por un globo espacial gigante que volará a unos 30 km sobre la Tierra, hasta el “borde del espacio”, donde los pasajeros podrán ver la curva de la Tierra desde asientos premium.
Según Teper, los huéspedes podrán ver la Tierra a través de grandes ventanales "sin precedentes", disfrutar de comidas "de primera clase" con cócteles, baños e incluso wifi.
Los pasajeros no necesitan entrenamiento ni preparación como en los vuelos espaciales, lo cual se considera una ventaja. La velocidad de la nave es lenta, buscando una experiencia agradable, ya que los pasajeros ven el mundo desde una perspectiva diferente.
El viaje cuesta unos 125.000 dólares. El vuelo completo dura unas seis horas. La compañía ha vendido 1.650 plazas y tiene reservas hasta finales de año, según Teper.
Anh Minh (según el viajero )
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