El secreto para despertar emociones en el aprendizaje de la literatura
Para Tran Minh Ha, la sola mención de "Sra. Xuyen" es una fuente de inspiración para escribir que parece volver a fluir de forma natural. Minh Ha cuenta que las clases de literatura de la Sra. Xuyen son como ver una película dramática y emotiva. Allí, los personajes ya no son nombres extraños y aburridos de los libros de texto, sino personas llenas de vida, con risas, lágrimas, destinos y preocupaciones como cualquier otra persona en la vida real.
La Sra. Nguyen Thi Xuyen (derecha) y el alumno destacado de literatura, Tran Minh Ha. Se sabe que la Sra. Xuyen tiene 15 años de experiencia en el sector educativo y lleva muchos años revisando exámenes de ingreso a la secundaria, con estudiantes que obtienen altas calificaciones.
Foto: NVCC
La Sra. Xuyen suele tener un dicho favorito que ha quedado profundamente grabado en la mente de sus alumnos: «La literatura es vida, así que no escribas como una máquina». Fue ese recordatorio el que ayudó a Minh Ha a comprender que escribir no se trata simplemente de ordenar las palabras con la estructura correcta ni de seguir un patrón preexistente. Es un proceso de poner el corazón, el alma y los sentimientos más genuinos en cada párrafo, en cada línea.
Para lograrlo, la Sra. Xuyen no solo da conferencias, sino que "cuenta" historias, "crea" escenas y "recrea" las emociones de los personajes, haciendo que los estudiantes se sientan inmersos en un vívido mundo literario.
Minh Ha compartió con sinceridad que, antes del examen, hubo un momento en que cayó en una depresión que la llevó a querer rendirse. La literatura se convirtió de repente en una carga; las páginas del libro parecían inertes. Sin embargo, gracias al método de aprendizaje de "leer literatura con el alma" sugerido por la Sra. Xuyen, Minh Ha fue encontrando gradualmente la conexión con la literatura. Empezó a sumergirse en cada frase, imaginándose hablando con el personaje, incluso fingiendo un poco al escuchar música suave y cerrando los ojos para imaginar el entorno de la obra. Quizás fue este "fingir", la osadía de vivir plenamente con sus emociones, lo que la ayudó a mantener una conexión dulce y fuerte con la literatura. Una conexión nunca debe limitarse a la estructura rígida de tres partes: introducción, desarrollo y conclusión, sino que debe ser un flujo libre de emociones y pensamientos.
Tras casi 15 años como profesora, la Sra. Xuyen no pudo ocultar su emoción al mencionar la puntuación de 9.75 de su estudiante en el reciente examen de bachillerato de 2025. "Fue una sensación que jamás me había atrevido a soñar, pero ahora se ha hecho realidad. Me sentí inmensamente feliz, porque no era solo una puntuación, sino el resultado de un largo camino lleno de amor, paciencia y comprensión entre profesora y alumna", compartió con voz entrecortada. Para ella, esto no es una victoria del mero conocimiento, sino la prueba más clara de que cuando los profesores son lo suficientemente dedicados y apasionados, los estudiantes se sentirán inspirados para alcanzar el éxito, para volar alto, para volar lejos en las alas del conocimiento y la emoción.
"Sólo escribe la verdad, yo arreglaré el resto."
La Sra. Xuyen no solo convierte sus clases en películas vívidas, sino que también las impregna de una emoción muy auténtica: la dedicación. No duda en dedicar tiempo a hablar en privado con cada estudiante, escuchando incluso las preocupaciones más pequeñas que parecen insignificantes. Puede ser una queja: "¡No entiendo esta parte hoy, profesor!", una pregunta vacilante: "Siento que esta frase está... mal, por favor, ayúdeme a corregirla", o a veces, simplemente una confesión casual: "¡Profe, estoy muy triste hoy!".
Para Minh Ha, fue esta escucha sincera y sin prejuicios lo que la ayudó a ganar confianza al empezar a escribir. Sabía que detrás de cada examen, de cada entrega imperfecta, siempre había un profesor dispuesto a leer, comentar detalladamente y acompañarla como un gran amigo. Palabras de aliento sencillas pero contundentes como: «Creo que puedes escribir mejor» o «Esta vez, la idea no está muy clara, pero vas por buen camino» se convirtieron en una pequeña luz que guió a Minh Ha en su desafiante camino de aprendizaje de la literatura. Un camino que a veces no necesita florituras, sino que basta la sinceridad para encender una pasión duradera e insaciable.
Para la Sra. Xuyen, cada estudiante es una "personalidad literaria" que necesita ser respetada, descubierta y nutrida.
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Durante el proceso de revisión, la Sra. Xuyen nunca impuso ni obligó a los estudiantes a escribir siguiendo una plantilla determinada ni a memorizar ensayos de muestra. Al contrario, los animó a encontrar su propia voz, a experimentar con libertad, a escribir, a cometer errores y a corregir. Minh Ha recuerda con claridad el mensaje habitual de la Sra. Xuyen, como una guía: "Escribe con sinceridad, déjame corregir el resto". Esto se ha convertido en una base sólida para que los estudiantes superen sus miedos y se atrevan a escribir con sus propios sentimientos, sin seguir patrones ni copiar, sino partiendo completamente de su corazón y de su pensamiento independiente.
Para la Sra. Xuyen, cada estudiante es una "personalidad literaria" que necesita ser respetada, descubierta y nutrida. No enseña literatura como una asignatura árida, sino que guía a los estudiantes a un mundo vasto, donde las emociones son la raíz de toda creatividad y la razón es la lámpara que ilumina el camino. A menudo permite que los estudiantes experimenten la experiencia de ser profesores de literatura organizando sesiones de revisión entre pares, planteando preguntas críticas, debatiendo y sacando sus propias conclusiones.
Minh Ha dijo que las antiguas pruebas de clase estilo "entrevista 1 a 1" de la Sra. Xuyen ponían a los estudiantes "nerviosos" y "emocionados", uno incluso exclamó: "¡Más presión que tomar el examen de ingreso a la universidad!".
La literatura es un viaje de acumulación emocional.
Al preguntarle sobre sus consejos para la preparación de exámenes, la Sra. Xuyen compartió que siempre envía planes de repaso detallados desde el final de la semana anterior para que los estudiantes puedan prepararse y programar sus estudios de forma proactiva. No solo ofrece un sistema de ejercicios diferenciados, desde básicos hasta avanzados, sino que también inspira pasión mediante actividades fuera de los libros de texto. Anima a los estudiantes a leer más libros, periódicos y obras literarias fuera del currículo, a sentir a sus personajes favoritos a su manera y a practicar la escritura a partir de las cosas más sencillas de la vida cotidiana. "La literatura ya no es una materia para memorizar, sino un largo camino para practicar el pensamiento crítico, la capacidad de percibir y expresar las propias emociones", enfatizó.
A partir de ese recorrido, sus alumnos adquirieron gradualmente el hábito del autoaprendizaje y la perseverancia: escribían un ensayo cada semana, se lo enviaban para que lo comentara, luego lo reescribían y seguían escribiendo. Las reflexiones personales sobre un poema o un personaje ya no son tareas forzadas, sino una forma de mantener sus emociones frescas, no aburridas ni mecánicas. Gracias a ello, la literatura deja de ser un miedo, para convertirse incluso en algo hermoso, un espacio para expresarse.
En cuanto a la Sra. Xuyen, el 9.75 de Minh Ha no es solo una puntuación impresionante. Es la felicidad de ver a una estudiante atreverse a amar la literatura de nuevo desde el principio; atreverse a intentarlo, atreverse a escribir, atreverse a equivocarse y atreverse a vivir fiel a sus emociones más genuinas. Envía un mensaje significativo a las futuras generaciones de estudiantes: «Estudien literatura no solo para los exámenes, sino para ser ustedes mismos, para comprender mejor la vida y a las personas».
Fuente: https://thanhnien.vn/co-giao-tiet-lo-bi-quyet-giup-hoc-tro-dat-thu-khoa-mon-van-voi-975-diem-185250717121138463.htm
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