Los expertos recomiendan muchos grupos nutricionales que son buenos para la producción de sangre - Foto: BVCC
Según la Dra. Le Thi Thanh Vui, experta del Centro de Hematología y Transfusión de Sangre del Hospital Bach Mai, el proceso de formación de la sangre, también conocido como hematopoyesis, es una actividad biológica milagrosa que tiene lugar continuamente en la médula ósea.
Para producir células sanguíneas de calidad y en cantidad suficiente, el cuerpo necesita un aporte diverso y adecuado de micronutrientes.
La deficiencia de cualquier elemento puede provocar trastornos sanguíneos, siendo el más común la anemia, que afecta gravemente la salud y la calidad de vida. Sin embargo, no todos saben qué nutrientes desempeñan un papel clave.
Hierro
Según este experto, el hierro es un componente esencial de la hemoglobina, una proteína de los glóbulos rojos que se encarga de transportar el oxígeno desde los pulmones a los tejidos y de llevar el dióxido de carbono desde los tejidos de nuevo a los pulmones para su excreción.
La deficiencia de hierro conduce a anemia ferropénica, que causa síntomas como fatiga, piel pálida, membranas mucosas pálidas, dificultad para respirar al realizar esfuerzo, ritmo cardíaco acelerado, mareos, disminución de la capacidad de concentración y mayor riesgo de infección.
Las fuentes pueden provenir de diversos alimentos. El hierro hemo (de fácil absorción) se encuentra en la carne roja (res, ternera, cordero), el hígado (de cerdo, de pollo), el corazón, el riñón, las aves (pollo, pato, especialmente la carne oscura), el pescado (atún, caballa, salmón) y los mariscos (almejas, ostras, mejillones, etc.).
El hierro no hemo (requiere apoyo para su absorción) se encuentra en vegetales de hojas verdes oscuras (espinacas, col rizada, brócoli, espinacas, amaranto), legumbres (lentejas, garbanzos, frijoles negros, soja y productos de soja como el tofu), frutos secos (semillas de calabaza, anacardos, semillas de girasol), cereales integrales y productos fortificados con hierro (harina de trigo, cereales para el desayuno).
Vitamina B12 (cobalamina)
La vitamina B12 desempeña un papel esencial en la síntesis de ADN, necesaria para la división y maduración de los glóbulos rojos en la médula ósea. También es importante para el funcionamiento normal del sistema nervioso, incluyendo la formación de la vaina de mielina que protege las fibras nerviosas.
La deficiencia de vitamina B12 puede causar anemia megaloblástica con síntomas similares a la anemia por deficiencia de hierro pero a menudo acompañada de problemas neurológicos como entumecimiento en las extremidades, pérdida del equilibrio, pérdida de memoria e incluso daño nervioso irreversible si no se trata a tiempo.
Fuentes: La vitamina B12 se encuentra principalmente en productos animales como la carne (especialmente hígado y riñón); pescado y mariscos (salmón, atún, sardinas, almejas, ostras); huevos (especialmente yemas); leche y productos lácteos (queso, yogur).
Ácido fólico (vitamina B9)
Al igual que la vitamina B12, el ácido fólico es importante para la síntesis de ADN y ARN, que a su vez son necesarios para la división y replicación celular, incluidas las células sanguíneas en la médula ósea.
La deficiencia de ácido fólico también causa anemia megaloblástica, similar a la deficiencia de vitamina B12, pero sin el daño neurológico. El ácido fólico es especialmente importante para las mujeres embarazadas para prevenir defectos del tubo neural en el feto.
Las fuentes incluyen vegetales de hojas verdes oscuras (espinacas, col rizada, espárragos, brócoli); legumbres (lentejas, garbanzos, frijoles negros); frutas (naranjas, aguacates, plátanos); hígado animal; cereales integrales y productos fortificados con ácido fólico (pan, cereales para el desayuno).
El Dr. Vui afirmó que la necesidad de ácido fólico aumenta en mujeres embarazadas y lactantes. Tomar suplementos de ácido fólico según lo prescrito por un médico antes y durante el embarazo es fundamental para asegurar un desarrollo fetal saludable.
Otros nutrientes importantes
Además del hierro, la vitamina B12 y el ácido fólico, otras vitaminas y minerales también contribuyen significativamente a mantener un sistema sanguíneo sano:
Vitamina C: Como se mencionó, la vitamina C no solo mejora la absorción de hierro, sino que también es un potente antioxidante que protege las células sanguíneas del daño. La vitamina C se encuentra en cítricos, fresas, kiwi, pimientos y brócoli.
Vitamina B6 (piridoxina): Participa en la síntesis del hemo, un componente de la hemoglobina. La vitamina B6 se encuentra en el pollo, el pescado, las papas, los plátanos y los frijoles.
Cobre: Necesario para el metabolismo del hierro y la formación de hemoglobina. El cobre se encuentra en el hígado, las ostras, los frutos secos y el chocolate negro.
Vitamina A : Importante para el crecimiento y la diferenciación de las células madre hematopoyéticas en la médula ósea. La vitamina A se encuentra en el hígado, el aceite de pescado, los huevos, la leche, las verduras de color amarillo anaranjado (zanahorias, boniatos, calabazas) y las verduras de hoja verde oscuro (que contienen betacaroteno, un precursor de la vitamina A).
Vitamina E: Un antioxidante que ayuda a proteger las membranas de los glóbulos rojos y se encuentra en aceites vegetales, nueces y aguacates.
Proteína: Es un componente de la hemoglobina y otras proteínas del plasma que se encuentra en la carne, el pescado, los huevos, la leche, los frijoles y las semillas.
Fuente: https://tuoitre.vn/an-gi-de-ngan-ngua-thieu-mau-20250714120813533.htm
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