Las fresas son ricas en vitamina C, un antioxidante que puede reducir el estrés oxidativo y combatir la inflamación, dos procesos relacionados con la diabetes.
Las fresas son una baya que aporta poderosos antioxidantes. Estos son algunos de sus beneficios para controlar el azúcar en la sangre y prevenir esta enfermedad.
Reducir el estrés oxidativo
El estrés oxidativo puede causar envejecimiento celular, diabetes y otras enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. Según una investigación de la Universidad de Oslo (Noruega), las fresas son una rica fuente de antioxidantes que ayudan a reducir el estrés oxidativo.
Un estudio de la Universidad de Oxford (Reino Unido) demuestra que las personas que consumen fruta fresca, especialmente bayas (fresas, frambuesas, arándanos, etc.) a diario, tienen un 12 % menos de riesgo de diabetes que quienes no las consumen. Las fresas y otras bayas tienen un índice glucémico (IG) más bajo, lo que puede regular los niveles de azúcar en sangre. Esto se debe a que un IG bajo es menos propenso a causar cambios repentinos en los niveles de azúcar en sangre.
Investigadores de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard (EE. UU.) también señalaron que los compuestos antioxidantes de las fresas tienen la capacidad de reducir el estrés oxidativo. Estas sustancias actúan neutralizando los radicales libres, moléculas de oxígeno inestables que pueden dañar las células y causar enfermedades. Incorporar esta fruta a la dieta puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas relacionadas. Una investigación de la Universidad de Nevada (EE. UU.) demostró que las personas que consumieron 2,5 porciones de fresas al día durante 4 semanas mejoraron significativamente su estrés oxidativo.
Las fresas tienen potentes propiedades antioxidantes. Foto: Freepik
Antiinflamatorio
La inflamación crónica puede estar asociada con diabetes, enfermedades cardíacas, cáncer, artritis y otras enfermedades. Según una investigación de la Universidad de Azad Jammu y Cachemira (Pakistán), las fresas tienen un alto contenido de flavonoides y vitamina C (antioxidantes) que ayudan a combatir la diabetes y el cáncer, favorecen la protección cardiovascular y poseen propiedades neuroprotectoras.
El pigmento antocianina, que da a las fresas su color rojo, también tiene propiedades antiinflamatorias. Los resultados de un ensayo clínico del Instituto para la Seguridad y Salud Alimentaria (Instituto Tecnológico de Illinois, EE. UU.) demostraron que consumir esta fruta puede reducir los niveles de azúcar en sangre y la inflamación, especialmente si se consume dentro de las dos horas posteriores a una comida. Los investigadores recomiendan que las personas con diabetes consuman esta fruta entre el almuerzo y la cena para controlar mejor la glucemia.
Apoyar el sistema inmunológico
Uno de los antioxidantes más potentes que se encuentran en las fresas es la vitamina C. Según el Departamento de Agricultura de EE. UU., con 98 mg de vitamina C por cada 100 g (una taza de fruta cortada), las fresas aportan más de la cantidad diaria recomendada de vitamina C, más que una naranja. Por lo tanto, una sola taza de fresas cubre la necesidad diaria de vitamina C y aporta muchos otros nutrientes beneficiosos.
Según una investigación de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda), la vitamina C es un nutriente esencial para la salud general, capaz de fortalecer el sistema inmunitario contra patógenos. Complementar la vitamina C o tomarla junto con vitamina E puede mejorar la función inmunitaria en las personas mayores.
Mai Cat (según Everyday Health )
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