Las principales funciones del hígado son desintoxicar, metabolizar nutrientes, secretar bilis digestiva y regular la concentración de diversas sustancias químicas en la sangre. El hígado también almacena vitaminas, minerales y glucógeno, lo que ayuda al cuerpo a mantener la energía y los nutrientes necesarios, según el sitio web de salud Medical News Today (Reino Unido).
Correr ayudará a mejorar la circulación sanguínea y la función hepática.
Sin embargo, beber demasiado alcohol, comer alimentos ricos en grasas o tener hepatitis pueden afectar la función hepática. Además de una dieta saludable, ciertos ejercicios pueden ayudar a mejorar la salud del hígado. Estos incluyen:
Caminar, trotar
Caminar a paso ligero o trotar a un ritmo lento durante unos 30 minutos al día puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea y la función hepática. La práctica regular de estos ejercicios ayudará a reducir la acumulación de grasa en el hígado, previniendo así la enfermedad del hígado graso.
levantamiento de pesas
Los ejercicios de fuerza, como el levantamiento de pesas, las flexiones y las dominadas, no solo ayudan a desarrollar músculo, sino que también reducen la grasa visceral de forma muy eficaz. Como resultado, se reduce el riesgo de enfermedad del hígado graso no alcohólico. Además, el entrenamiento de fuerza también ayuda a mejorar el metabolismo, ayudando al cuerpo a utilizar mejor la glucosa y la grasa.
Nadar
La natación es un ejercicio completo que mejora la circulación y la salud cardiovascular. Un mejor flujo sanguíneo también significa que el hígado recibe abundante oxígeno y nutrientes. Además, la natación quema calorías, ayuda a perder grasa y previene la enfermedad del hígado graso.
Ciclismo
Este es un tipo de ejercicio de resistencia que trabaja los músculos de las piernas. Diversas investigaciones demuestran que el ciclismo regular puede ayudar a perder peso y reducir la grasa hepática, lo que reduce el riesgo de daño hepático y mejora la función hepática.
Yoga
Las posturas de yoga como la postura de la cobra, la torsión sentada y la postura del puente son útiles para mejorar la función hepática. Estas posturas masajean suavemente el hígado y mejoran el flujo sanguíneo, lo que facilita la desintoxicación. Además, el yoga también reduce el estrés, lo cual puede tener un impacto positivo en la salud hepática, según Medical News Today .
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Fuente: https://thanhnien.vn/5-bai-tap-don-gian-giup-tang-cuong-suc-khoe-gan-18524092514545204.htm
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