La guerra que dura ya dos meses entre el ejército sudanés y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) se está extendiendo por todo el país.
Los combates en Sudán desde mediados de abril de 2023 han causado la muerte de más de 2.000 personas y han obligado a 2,5 millones a huir de sus hogares, provocando una grave crisis humanitaria. (Fuente: Reuters) |
El 23 de junio se produjeron ataques aéreos y con misiles antiaéreos en Omdurman y Jartum, dos de las tres ciudades que componen la capital ampliada de Sudán.
Además, en los últimos días, los enfrentamientos entre ambos bandos se han extendido a ciudades al oeste de la capital, en las regiones de Darfur y Kordofán.
En Al Fashir, la capital del estado de Darfur del Norte, un frágil alto el fuego entre dos facciones sudanesas ha colapsado, lo que ha provocado enfrentamientos en zonas residenciales.
En El Obeid, capital de Kordofán del Norte y centro de transporte entre Jartum y Darfur, donde la RSF mantiene una presencia significativa, la fuerza paramilitar se enfrentó con la policía de reserva armada.
En el estado de Darfur Occidental se han desatado feroces combates, donde milicias apoyadas por las RSF han arrasado partes de ciudades y obligado a la gente a huir en masa, dijeron residentes y observadores.
La ciudad de El Geneina, en Darfur occidental, ha sido la más afectada por repetidos ataques de las milicias.
El mismo día, 23 de junio, Estados Unidos anunció que había suspendido las negociaciones relacionadas con el conflicto en Sudán porque el formato actual no estaba logrando el éxito que Washington deseaba.
Los combates en Sudán desde mediados de abril de 2023 han matado a más de 2.000 personas y obligado a 2,5 millones a huir de sus hogares, provocando una importante crisis humanitaria.
La situación humanitaria en este país africano es desesperada, con distritos enteros de la capital, Jartum, sin agua corriente y con electricidad solo unas pocas horas a la semana. Además, los centros de ayuda humanitaria sufren saqueos con regularidad.
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