En 2023 se produjeron despidos masivos en el sector tecnológico que sacudieron la industria durante todo el año, lo que sugiere que la contratación continuará en el nuevo año, aunque la competencia en el sector tecnológico es más feroz que nunca.
El año 2023 también fue testigo de una gran conmoción en la industria de las criptomonedas, que culminó con cargos penales contra dos líderes otrora elogiados: el fundador de FTX, Sam Bankman-Fried, será sentenciado el próximo año, y Changpeng Zhao se declaró culpable recientemente. El desarrollo de la inteligencia artificial (IA) ha sido objeto de un intenso debate durante el último año, y parece que los defensores han ganado, al menos entre los líderes de OpenAI.
Como una de las tendencias de mayor crecimiento en el sector tecnológico, ChatGPT alcanzó los 100 millones de usuarios más rápido que nunca. OpenAI fue seguido de cerca por muchas otras empresas, incluyendo gigantes tecnológicos como Google y Meta. Pero fue Microsoft la que se consideró pionera clave de la tendencia de la generación de IA gracias a su inversión en OpenAI.

Si bien aún se está experimentando mucho en este ámbito, es probable que en 2024 las herramientas de IA general pasen de ser un concepto a una realidad, y quienes hayan dedicado tiempo a experimentar con el software en sus primeras etapas buscarán convertirlo en aplicaciones. Algunos incluso han comparado la llegada de la IA al entorno laboral con una nueva ola de IA gen-IA. Deloitte, una red multinacional británica de servicios de auditoría, ha pronosticado un posible aumento del 30 % en el gasto corporativo en IA gen-IA para 2024, mientras que el informe de Gartner sobre las 10 principales tendencias tecnológicas estratégicas para el próximo año se centra en el potencial transformador de la IA y la automatización.
Con el auge de la IA previsto para 2023, se han planteado numerosas preguntas a los reguladores, obligados a mantenerse al día con los rápidos cambios tecnológicos. La regulación de la IA seguirá siendo un tema candente de debate en 2024, y si bien es probable que la Ley de IA de la UE tarde algunos años más en aprobarse e implementarse plenamente, existen otras regulaciones de la UE que influirán en la industria tecnológica el próximo año.
Tras haber dejado huella en las grandes empresas tecnológicas, la Ley de Servicios Digitales (DSA), de amplio alcance, entrará en vigor en plataformas de todos los tamaños en 2024. Esto genera nuevas oportunidades en materia de gobernanza y cumplimiento normativo, a la vez que abre nuevas áreas prometedoras que se alinean con las intenciones de los reguladores. La introducción gradual de la Directiva de la UE sobre la Información Corporativa sobre Sostenibilidad (CSRD) comenzará en 2024. Las grandes empresas incluidas en el ámbito de aplicación deberán realizar auditorías exhaustivas de su impacto ambiental.
Si bien pasarán años hasta que los CSRD se adopten más ampliamente, los expertos aconsejan a las PYME, como parte de cadenas de suministro más grandes, que tomen nota de estos requisitos para mantener las asociaciones comerciales.
Se espera que la escasez de elementos de tierras raras utilizados en la fabricación de tecnología afecte a la industria de los chips en 2024, con un enfoque en fuentes de materiales más sostenibles, como el reciclaje de desechos electrónicos.
LAM DIEN
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