1. Gazpacho fresco para refrescarse en los días de verano
El gazpacho es una sopa fría símbolo de Andalucía (Fuente de la imagen: Recopilada)
En cuanto a la gastronomía veraniega en España, el gazpacho, la emblemática sopa fría andaluza, es imprescindible. En el sur de España, donde el sol quema las paredes encaladas de los pueblos antiguos, el gazpacho es la salvación del verano.
El gazpacho se elabora con tomates rojos maduros, pepinos frescos, pimientos morrones, ajo aromático y pan seco finamente molido, mezclado con aceite de oliva dorado y vinagre de jerez ámbar. Todo machacado, frío y servido en un cuenco rústico de cerámica, aporta un sabor fresco, rico y ligero, como una brisa que sopla por las soleadas calles de Andalucía.
Al visitar un bar de tapas tradicional, es posible encontrar gazpacho servido en un vaso como si fuera un zumo de verduras, sorbido con una cucharilla para saborear la suavidad y el dulzor natural de las verduras de verano. El aroma a sol del aceite de oliva premium se funde en la lengua, mientras que el vinagre de Jerez le aporta una sutil acidez, convirtiendo este capricho veraniego español en una auténtica sinfonía de sabores.
2. Salmorejo dulce y seductor
El salmorejo es como una versión más rica y seductora del gazpacho (Fuente de la imagen: Recopilada)
También procedente de la cálida Andalucía, el salmorejo se presenta como una versión más rica y seductora del gazpacho. Si el gazpacho es la dulce invitación del verano, el salmorejo es un abrazo apasionado pero fresco en el caluroso mediodía.
Los ingredientes principales de este plato veraniego español son tomates maduros y pan duro ablandado en agua. Pero el salmorejo se muele más fino, más espeso y con más aceite de oliva, lo que da como resultado una crema aterciopelada de un naranja brillante como el atardecer sobre la plaza de Córdoba.
Lo mejor del salmorejo es su cobertura: huevos duros finamente picados y jamón ibérico en finas lonchas por encima. La riqueza de los huevos, el rico sabor salado del tocino y la frescura de la sopa crean una explosión de sabor. Cada cucharada de salmorejo es un viaje a antiguos callejones, donde el sol brilla sobre las paredes de piedra y el rico aroma de la gastronomía española parece querer abrazar los pies del viajero.
El salmorejo no es sólo un plato de verano en España, sino también una viva imagen de la armonía entre el pasado y el presente, entre la tierra, el sol y el amor de la gente de aquí.
3. Paella de mariscos con vibrantes sabores mediterráneos
La paella de marisco trae el Mediterráneo a la mesa (Fuente de la foto: Collected)
Sería una omisión imperdonable mencionar los platos de verano en España sin olvidar la paella. En especial la paella de marisco, un plato que reúne todo el Mediterráneo en la mesa.
La paella de mariscos es un deleite para la vista y el paladar. El arroz dorado se tiñe de un precioso azafrán, y los granos de arroz se sumergen en un rico caldo con sabor a mar. Sobre el arroz se colocan langostas rojas, mejillones negros y brillantes y calamares blancos, todos meticulosamente dispuestos y cocinados a la perfección. Al colocar la paella caliente en el centro de la mesa, el aroma a mariscos frescos mezclados con azafrán, pimientos y aceite de oliva se extiende como una canción de amor mediterránea.
El verano en España es la época perfecta para disfrutar de una paella de mariscos. Tardes en el balcón con vistas al mar, con el sonido de las olas rompiendo en la orilla y una copa de sangría fresca al lado, la paella no es solo un plato, sino un ritual para disfrutar de la vida. Los españoles creen que la paella es para compartir: la sartén llena, todos reunidos, cucharadas de arroz, charlando animadamente, riendo a carcajadas. Ese es el espíritu del verano español: cercano, cálido y lleno de alegría.
4. La ensalada rusa es fresca y conveniente
La ensalada rusa se convierte en la opción perfecta para disipar el calor (Fuente foto: Recopilada)
Con el calor abrasador de agosto, la ensalada rusa es la manera perfecta de combatir el calor. No se dejen engañar por el nombre, este plato veraniego español se ha españolizado tanto que se ha convertido en un clásico de las tapas tradicionales.
La ensalada rusa es una delicada mezcla de papas hervidas, zanahorias dulces, guisantes y atún graso marinado en aceite. Todo ello se mezcla con una mayonesa suave, a veces con huevo poché y pepinillos para darle un toque especial. El resultado es una ensalada dulce, cremosa y refrescante, increíblemente fácil de comer.
En verano, la ensalada rusa está por todas partes, desde los sencillos bares de tapas hasta los restaurantes de alta cocina. Los españoles suelen comerla con pan crujiente, como entrante o como plato principal ligero para el almuerzo. La cremosa mayonesa envuelve las frescas rodajas de patata, y el rico sabor del atún les recuerda el mar azul que se extiende a lo lejos.
Disfrutar de la ensalada rusa en verano es disfrutar de la cocina española, rústica, sencilla pero a la vez sofisticada. Cada pieza de ensalada es como una refrescante canción de cuna en una tarde calurosa, haciendo que el verano sea más agradable y poético que nunca.
5. Pulpo a la gallega con aroma a mar
El pulpo a la gallega conquista al comensal por su sencillez y perfección (Fuente foto: Recogida)
Si buscas un plato veraniego español con un toque profundo y sin sabor a mar, el pulpo a la gallega es la opción perfecta. Este plato de pulpo gallego es originario de Galicia, en el noroeste de España, una tierra de océanos brumosos, acantilados escarpados y una reconocida gastronomía marinera.
El pulpo a la gallega conquista a los comensales con su sencillez y perfección. El pulpo se hierve hasta que esté tierno, pero conserva su característico toque crujiente, se corta en rodajas gruesas y se sirve en un plato de madera. La superficie se cubre con una capa de pimentón rojo brillante, sal gorda y aceite de oliva puro. Todo ello crea una imagen culinaria rústica pero cautivadora.
El verano en España es cuando la gente se reúne en la playa para pedir un plato de pulpo a la gallega caliente, disfrutándolo con pan crujiente y una copa de vino blanco frío. El dulzor del pulpo, el ligero toque ahumado del pimentón y la riqueza del aceite de oliva se combinan en cada bocado, evocando imágenes del profundo azul del océano y la majestuosa costa gallega. No es solo un plato, sino también una muestra de la vida costera, del orgullo regional y del amor por la naturaleza.
Si tienes la oportunidad de visitar España en verano, no te pierdas la oportunidad de disfrutar de los 5 mejores platos de verano que presentamos en este artículo. Cada plato no es solo un sabor delicioso, sino también una muestra de cultura, gente y amor por la vida. El verano español se reflejará plenamente en cada plato, en cada experiencia, para que al partir, aún lleves su eco en el corazón, como una canción que nunca se detiene.
Fuente : https://www.vietravel.com/vn/am-thuc-kham-pha/mon-an-mua-he-o-tay-ban-nha-v17457.aspx
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