La situación de mi antiguo compañero de clase me hizo darme cuenta de muchas cosas.
El artículo es compartido por un hombre de 50 años que vive en Zhejiang, China.
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El fin de semana pasado, fui a una reunión de exalumnos del instituto. Fue una oportunidad para charlar y recordar viejos tiempos. Mi clase del instituto celebraba una reunión todos los años, pero yo casi nunca asistía, en parte porque estaba ocupado con el trabajo y no tenía mucho tiempo, y en parte porque vivía en otra ciudad, lejos de mi pueblo.
En la reciente reunión de exalumnos, me reencontré con Xiao Feng, mi mejor amigo de la infancia. Su apariencia me dejó atónito. Recuerdo que era una persona pulcra, bien vestida y muy generosa.
Pero el hombre que estaba delante de mí tenía una barba desaliñada, una expresión triste y vestía una chaqueta de algodón descolorida con los hombros deshilachados.
Al verme llegar, Xiao Feng se sorprendió al principio, pero luego sonrió y me devolvió el saludo. Durante la conversación, me enteré de que Xiao Feng había sido despedido de la empresa el año pasado y no había encontrado trabajo.
Tieu Phong y su esposa tienen dos hijos en edad escolar, además de los gastos de manutención de una familia de seis personas. Además, Tieu Phong también tiene que pagar el alquiler mensual y las cuotas del automóvil en forma de hipoteca bancaria.
Entre semana, mi amigo solo podía ganarse la vida repartiendo comida a domicilio, e incluso durante las vacaciones, Xiao Feng no se atrevía a tomarse un día libre. Su familia había agotado todos sus ahorros, y la carga lo asfixiaba. Mi amigo parecía unos años mayor.
Mientras hablaba, Xiao Feng fruncía el ceño y suspiraba de vez en cuando: «La vida es tan miserable sin trabajo que me da tanta vergüenza que no me atrevo a conocer a nadie». Cuando la vida de Xiao Feng se vio en apuros, perdió la confianza de antes.

El valor del trabajo para nosotros
Cuando las personas pierden su trabajo y no tienen ingresos, solo pueden dejar que la vida decida por ellas. Tienen que vivir apretándose el cinturón, viviendo en la pobreza. Solo cuando pierden el trabajo se dan cuenta de que el dinero es la clave de su felicidad.
El académico británico Jamie Susskind realizó una vez una encuesta: ¿Por qué trabaja la gente?
La encuesta incluyó a personas de todos los ámbitos de la vida y obtuvo tres respuestas.
Primera respuesta: Para que tengamos ingresos, el trabajo es un medio para ganarnos la vida. Ir a trabajar nos ayuda a tener suficiente comida y ropa.
Segunda respuesta: Por el valor. El trabajo es una forma de realizar tu propio valor.
Tercera respuesta: Sentirse feliz, el trabajo es la fuente de la identidad personal. Las personas se sienten felices cuando son útiles a los demás y alcanzan satisfacción interior.
El trabajo es necesario para todos. Si una persona no trabaja durante mucho tiempo, es como si la sociedad la tirara al basurero.
Mucha gente piensa que el trabajo no es importante, que basta con tener dinero, comer en restaurantes de lujo y usar ropa de marca. Sin embargo, pocos saben que, para las personas, el trabajo no solo se trata de ingresos, sino también de valor.
Por ejemplo, un editor se sentiría extremadamente satisfecho si viera que sus escritos pueden inspirar a los lectores.
Por ejemplo, un médico sentirá una sensación de logro cuando sea capaz de restaurar la salud de un paciente a través del tratamiento.
Son estos trabajos los que brindan a las personas la oportunidad de desarrollar su autoestima. Les permiten ganar respeto y reconocimiento sin importar a quién se enfrenten, y vivir una vida digna.
Tienes un trabajo estable, poder y dinero, y la gente te admira dondequiera que vayas. Vagas por ahí sin lograr nada, así que, naturalmente, nadie te respeta. Al fin y al cabo, la reputación se gana con el trabajo.
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Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/hop-lop-cap-3-thay-ban-than-mac-ao-son-vai-toi-bang-hoang-nhan-ra-pham-gia-mot-nguoi-duoc-tao-nen-boi-cong-vec-cua-ho-172250228223731585.htm
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