La mayoría de los propietarios de automóviles desean que su vehículo funcione a la perfección el mayor tiempo posible. Sin embargo, además de la calidad del vehículo, el mantenimiento, el cuidado y la habilidad del conductor también son factores que contribuyen a su durabilidad.
A medida que un automóvil se acerca a la marca de los 100.000 km, los componentes mecánicos comienzan a mostrar signos de desgaste, y hay cinco componentes clave que necesitan recibir un mantenimiento adecuado para prolongar la vida útil de su automóvil.
Reemplazar la correa de transmisión
La correa de transmisión (también conocida como correa total) es la encargada de coordinar el funcionamiento de los sistemas auxiliares del motor del automóvil entre ellos: Generador, compresor de aire acondicionado, bomba de agua y sistema de dirección asistida.
Después de alcanzar la marca de 100.000 - 150.000 km, las correas de caucho comienzan a mostrar signos de agrietamiento, desgaste o fragilidad debido al funcionamiento en condiciones adversas (temperatura, entorno).
Si la correa se rompe repentinamente durante el funcionamiento, provocará la interrupción del funcionamiento del sistema de refrigeración, el sobrecalentamiento del motor, la pérdida de la dirección asistida y, lo que es más grave, la parada repentina del motor. Si se reemplaza a tiempo, se evitarán estas situaciones y se ahorrarán importantes costos operativos.
Por lo tanto, debe comprobar la tensión y elasticidad de la correa. Debe cambiarla cuando el vehículo alcance los 100.000 km o cuando aparezcan pequeñas grietas.
Drenar y reemplazar el refrigerante
El refrigerante es responsable de controlar la temperatura del motor, evitando que se sobrecaliente en verano y se congele en invierno. También es necesario drenar y reemplazar el refrigerante periódicamente para evitar la acumulación de suciedad, sedimentos o la pérdida de su capacidad anticorrosiva.
También es necesario drenar y reemplazar el refrigerante periódicamente para evitar la suciedad, los sedimentos o la pérdida de protección contra la corrosión.
Si no se reemplaza periódicamente, el sistema de enfriamiento corre el riesgo de acumular suciedad, obstruyendo el radiador, la bomba de agua o el termostato, provocando sobrecalentamiento del motor y daños fáciles durante el uso.
Reemplazar el refrigerante no es simplemente reemplazar la solución nueva, sino que requiere muchas otras operaciones técnicas como aspirar, agregar aditivos para eliminar impurezas, proteger el sistema de enfriamiento, etc. Por lo tanto, los usuarios deben llevar sus automóviles a talleres de confianza para recibir la atención técnica adecuada.
Cambiar bujías
Las bujías son las encargadas de encender, generar calor para quemar aire y combustible en la cámara de combustión para crear energía que ayude al vehículo a arrancar y funcionar de manera estable.
Las bujías pueden tener electrodos desgastados, depósitos o encendido irregular si se utilizan durante mucho tiempo.
Al operar por un tiempo prolongado, la bujía puede presentar electrodos desgastados, depósitos o encendido desigual, reduciendo el rendimiento del motor, consumiendo más combustible, dificultando el arranque del vehículo, consumiendo más combustible o provocando que se encienda la luz Check Engine.
Según personas con mucha experiencia en el uso de automóviles, muchos tipos de bujías tienen una vida útil de 100.000 km, pero en realidad, pocas bujías pueden funcionar bien más allá de este hito, por lo que es necesario reemplazarlas.
Drenar y cambiar el líquido de frenos
El líquido de frenos es un fluido hidráulico que transmite la fuerza del pedal a las pastillas. Si no se reemplaza durante un tiempo prolongado, el líquido puede volverse higroscópico, absorbiendo la humedad del aire. La contaminación por agua reduce el punto de ebullición del líquido, lo que reduce la eficacia del frenado al frenar bruscamente. Además, el agua en el líquido puede causar oxidación en el sistema de frenos y corrosión en las líneas y cilindros de freno.
Si no se reemplaza durante un tiempo prolongado, el líquido de frenos puede volverse higroscópico y absorber la humedad del aire.
Aunque no existe un cronograma específico para el cambio de líquido de frenos, los usuarios de automóviles deberían cambiarlo cada 2-3 años o cada 100.000-160.000 km (según las condiciones de uso). Con una pequeña inversión, se garantiza la seguridad total del vehículo. Se considera una inversión que vale la pena.
Drenar y cambiar el líquido de transmisión
El aceite diferencial (aceite de caja de cambios) es un lubricante necesario para que los engranajes del diferencial funcionen sin problemas, pero los propietarios de automóviles a menudo lo olvidan, especialmente en vehículos que utilizan tracción trasera o tracción en las cuatro ruedas.
El líquido diferencial (aceite para engranajes) es un lubricante necesario para mantener los engranajes del diferencial funcionando sin problemas.
Tras un uso prolongado, el aceite de la transmisión puede descomponerse, contaminarse con virutas metálicas, generar fricción y aumentar la temperatura con facilidad, corroer los engranajes, generar ruidos anormales o provocar vibraciones en el vehículo, dificultando el control del conductor en las curvas. La mejor solución es cambiar el aceite del diferencial periódicamente.
Concluir
El cuidado y mantenimiento del vehículo después de 100.000 km de funcionamiento no solo garantiza la seguridad del usuario, sino que también protege los activos, aumenta la vida útil del vehículo y crea una máquina lo suficientemente fuerte y confiable, siempre lista para acompañarlo en viajes largos.
Fuente: https://khoahocdoisong.vn/oto-su-dung-dat-moc-100000km-can-bao-duong-nhung-gi-post1550193.html
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