El plátano es una fruta rica en fibra, potasio, vitamina B6, vitamina C, antioxidantes y muchos otros fitonutrientes. Un plátano mediano aporta hasta el 9 % del requerimiento diario de potasio, según el sitio web estadounidense Eating Well .
Las personas con insuficiencia renal deben evitar comer plátanos porque el alto contenido de potasio que contienen puede ser perjudicial para los riñones.
El potasio es un mineral esencial para mantener niveles saludables de presión arterial, reducir el riesgo de accidente cerebrovascular y promover la salud cardíaca. Incorporar plátanos a una dieta saludable puede brindar muchos beneficios para la salud general. Se ha demostrado que los antioxidantes presentes en los plátanos, como las catequinas, reducen el riesgo de enfermedades cardíacas y degeneración macular.
Los plátanos también son una gran fuente de energía, lo que los convierte en un refrigerio ideal para quienes hacen ejercicio . Aunque generalmente se consideran un alimento saludable, algunas personas podrían necesitar limitar su consumo.
El primer grupo a considerar son las personas con enfermedad renal terminal. Es necesario que vigilen de cerca su consumo de potasio, ya que los niveles altos de potasio pueden ser peligrosos para quienes padecen enfermedad renal.
Otro grupo de personas que deberían limitar o incluso evitar el consumo de plátanos son las personas con diabetes. Controlar la cantidad de almidón en la dieta diaria es fundamental para controlar la glucemia en las personas con diabetes.
Aunque los plátanos contienen carbohidratos y pueden elevar los niveles de azúcar en la sangre, también contienen fibra y nutrientes beneficiosos para la salud en general. Consumidos en pequeñas cantidades o con moderación, los plátanos son una buena opción para las personas con diabetes.
Los plátanos verdes que no están completamente maduros pueden incluso ayudar a mejorar la sensibilidad a la insulina y a regular los niveles de azúcar en sangre. Este beneficio se debe a su alto contenido de almidón resistente. Sin embargo, una vez que empieces a comer plátanos, deberías considerar reducir la cantidad de almidón en tu dieta para evitar picos de azúcar en sangre.
Las personas con trastornos digestivos, como el síndrome del intestino irritable y la enfermedad inflamatoria intestinal, podrían necesitar limitar o evitar el consumo de plátanos. Los alimentos ricos en fibra, como los plátanos, pueden causar gases, hinchazón y calambres estomacales en personas con enfermedad inflamatoria intestinal.
Mientras tanto, el contenido de fructosa en los plátanos puede agravar los síntomas en personas con síndrome del intestino irritable. Las personas con alergia o sensibilidad a los plátanos también deberían evitar su consumo, según Eating Well .
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