Pequeños cambios en la forma en que gastamos el dinero y administramos nuestras finanzas en nuestra juventud pueden ser una "señal temprana" que predice un declive en la función cerebral más adelante en la vida, según una nueva investigación - Foto: AI
Los primeros signos de demencia, incluida la enfermedad de Alzheimer, pueden detectarse a partir de pequeños cambios en los hábitos financieros diarios.
Ésta es la conclusión de un estudio publicado recientemente en la revista JAMA Network Open (EE.UU.) , dirigido por el profesor John Gathergood, de la Escuela de Economía de la Universidad de Nottingham (Reino Unido), en colaboración con David Leake, de Lloyds Banking Group.
El estudio analizó datos bancarios anónimos de más de 66.000 personas. De ellas, 16.742 personas a quienes se les había otorgado un poder notarial (POA) por incapacidad financiera se compararon con un grupo de control de 50.226 personas sin signos de incapacidad.
Esta es la primera evidencia a gran escala de que los comportamientos financieros, que se registran de manera rutinaria y extensa en el sistema bancario, pueden revelar cambios cognitivos temprano antes de que se vuelvan clínicamente aparentes, según el profesor Gathergood.
Los investigadores descubrieron que entre cinco y diez años antes de que los adultos mayores fueran considerados financieramente incapaces, comenzaron a hacer cambios notables en la forma en que usaban el dinero.
En concreto: gastar menos dinero en viajes (casi un 10% menos que personas de la misma edad pero sin deterioro cognitivo); gastar menos en aficiones personales (casi un 8% menos que personas de la misma edad pero sin deterioro cognitivo); utilizar menos la banca electrónica...
Estas personas también son más propensas a denunciar la pérdida de tarjetas, olvidar frecuentemente su PIN y denunciar fraude financiero.
Según los expertos, estos cambios presagian un declive en la función cerebral, especialmente en la capacidad de procesar información, recordar y administrar las finanzas.
El profesor John Gathergood, autor principal del estudio, destacó la necesidad de aumentar la conciencia pública sobre la preparación legal proactiva de manera temprana, especialmente en lo que respecta a los procedimientos de poder financiero, un paso importante en el contexto de una población que envejece y trastornos de la memoria cada vez más comunes.
Una de las principales ventajas del uso de datos financieros es su disponibilidad y continuidad. A diferencia de los métodos de diagnóstico médico que requieren análisis de sangre, resonancias magnéticas o pruebas cognitivas, los datos bancarios pueden monitorizarse durante largos periodos sin intervención médica directa. Esto permite la detección temprana de anomalías de la memoria a gran escala y a un coste mucho menor.
Sin embargo, el equipo también advirtió que cualquier aplicación de datos financieros a la atención médica debe adherirse a estrictos principios de ética, confidencialidad y consentimiento. A pesar de su potencial para facilitar la detección temprana de enfermedades, la información financiera personal siempre debe gestionarse de forma transparente y segura, con límites claros sobre su uso previsto.
Fuente: https://tuoitre.vn/nhin-cach-tieu-tien-hom-nay-biet-duoc-suc-khoe-nao-10-nam-sau-2025070110142641.htm
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