La película comienza con el sonido de una orquesta y termina con el mismo sonido: la sinfonía "Lluvia Roja" de Vu Kien Cuong, el personaje central. Un bucle intencionado, como para conservar los recuerdos de la guerra en la música, para que el público pueda calmarse y alcanzar la cima de sus emociones.
El director Dang Thai Huyen demostró su gran habilidad al manejar las escenas más impactantes: estaciones de tren, rutas de evacuación abarrotadas, bombas y balas cayendo, especialmente las escenas de violencia en la Ciudadela de Quang Tri. Se puede decir que, por primera vez, una película vietnamita ha invertido tanto en la ambientación como en el equipo militar para recrear con el máximo realismo la fiereza de la guerra. Pero si solo hubiera escenas impactantes, "Lluvia Roja" caería fácilmente en un drama árido.
Imagen de la película "Lluvia Roja". Foto cortesía del equipo de rodaje. |
La fuerza de la directora del ejército, Dang Thai Huyen, desde “Muoi banh nuoc” (2009) y “Nguoi tro ve” (2015) sigue residiendo en sus delicados y humanos detalles, en su mirada a la guerra desde la perspectiva femenina, que hace que las emociones afloren con naturalidad. Cuando un rudo líder de escuadrón como Ta, el hermano menor Tu o Cuong (el protagonista masculino) derramaron lágrimas en secreto entre los proyectiles de artillería, el barro y la sangre, el público del teatro también lloró por ese trágico sacrificio, por el anhelo de paz y los ideales patrióticos de las jóvenes generaciones, y por sus propios recuerdos de juventud.
La historia de amor de Cuong y la enfermera de campo de batalla, aunque simbólica, es muy común: hay sonrisas, pequeños momentos de felicidad y lágrimas. En el trágico contexto de la guerra, esos momentos se convierten en apoyo emocional, para que el dolor no se convierta en tragedia, sino que siga brillando con belleza humana y fe.
El director de fotografía y Artista del Pueblo, Ly Thai Dung, sigue siendo un auténtico maestro de la imagen; ha contribuido enormemente a la esencia de la obra. La iluminación y los ángulos de cámara son románticos y feroces, a la vez feroces y frescos. Cada fotograma refuerza la convicción del mensaje que transmite el guion: la guerra es bombas, sangre y barro, muerte inminente, pero en su interior aún arden el optimismo, la esperanza y la humanidad.
Las escenas icónicas y desgarradoramente hermosas: Sen, quien recibió un disparo, todavía intentaba alcanzar a sus compañeros en la pira enemiga; Sen, loco, sin camisa, bailando en medio de proyectiles de artillería como un truco para engañar al enemigo; la escena donde el escuadrón se despide de Ta, el simple, generoso y valiente líder del escuadrón de Thanh Hoa en el río Thach Han; la despedida entre Cuong y la enfermera en la orilla del río... La imagen de dos madres, aunque tuvieron hijos en dos frentes, ahora arrojando flores para sus hijos en el río Thach Han, es la respuesta más inquietante al significado de la guerra.
El punto especial que distingue a “Lluvia Roja” de las anteriores películas de guerra vietnamitas es el combate final de artes marciales entre Cuong y Quang, dos soldados de dos frentes, pero que conservan el espíritu de un caballero. Quang no se convierte en un villano parcial, sino en una persona con emociones, con amor, que sabe aceptar la derrota. Gracias a ello, la historia no cae en la fórmula de ganar-perder, sino que evoca un mensaje más profundo: en la guerra, el mayor dolor sigue siendo el de perder a los hijos de madres vietnamitas.
La película también inserta inteligentemente metáforas valiosas: el pañuelo de la enfermera, un recuerdo de amor, se convierte en la última arma de Cuong en una batalla a vida o muerte; o la escena en la que los soldados liberan a un pequeño pájaro antes de abandonar la ciudadela de Quang Tri... Esos detalles hacen que la película perdure, no solo en términos de relatar una guerra, sino también en términos de su estatura simbólica.
Trece años después de “El aroma de la hierba quemada” del director Nguyen Huu Muoi, el público vietnamita volvió a conmover los recuerdos de Quang Tri a través del cine. “Lluvia Roja” no solo conmovió por su meticulosidad, desde la ambientación hasta los detalles, desde el guion hasta la puesta en escena, sino que, aún más importante, conmovió a todos los vietnamitas, incluidos aquellos nacidos cuando el sonido de los disparos se había apagado.
Y cuando terminó la última sinfonía, la gente se dio cuenta: «Lluvia Roja» no es solo una película. Es un recuerdo, una despedida, un eco de los inmortales años veinte.
Según el Ejército Popular
Fuente: https://baoangiang.com.vn/-mua-do-tieng-vong-tuoi-20-bat-tu-a427081.html
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