En la Conclusión No. 126 emitida el 14 de febrero, el Politburó y el Secretariado asignaron al Comité del Partido del Gobierno para presidir y coordinar con el Comité de Organización Central, el Comité del Partido de la Asamblea Nacional y los comités y organizaciones pertinentes del Partido para estudiar la orientación para fusionar una serie de unidades administrativas de nivel provincial.
Aunque aún se encuentra en fase de investigación, el tema mencionado está atrayendo gran atención pública, especialmente la cuestión de qué provincias se fusionarán y el nombre de la nueva provincia. Nguoi Dua Tin (NDT) conversó con el diputado y profesor asociado de la Asamblea Nacional, Dr. Bui Hoai Son, miembro del Comité de Cultura y Sociedad de la Asamblea Nacional, sobre este tema.
Criterios a tener en cuenta en la fusión
Inversionista: Señor, recientemente, el Politburó y el Secretariado solicitaron estudiar la orientación para la fusión de algunas unidades administrativas provinciales. En relación con este tema, en su opinión, ¿qué criterios deberíamos seguir para fusionar las provincias, especialmente considerando los aspectos culturales, sociales y demográficos?
Prof. Asociado Dr. Bui Hoai Son : Considero que la fusión de las unidades administrativas provinciales debe llevarse a cabo con base científica, con cautela y de acuerdo con las prácticas de desarrollo del país. No se trata solo de una cuestión de límites administrativos, sino, más profundamente, de optimizar el aparato, generando un mayor impulso de desarrollo para cada localidad y para todo el país.
Para que una fusión sea efectiva hay que basarse en una serie de criterios importantes, entre los que hay que considerar especialmente factores culturales, sociales y demográficos.
Profesor asociado, Dr. Bui Hoai Son.
En primer lugar, es necesario evaluar las similitudes culturales entre las provincias. Vietnam es un país con diversas identidades culturales; cada región tiene sus propias costumbres, hábitos y estilo de vida. Si la fusión no se basa en las similitudes culturales, puede generar dificultades de gestión y funcionamiento, así como una falta de cohesión en la comunidad. Por lo tanto, las localidades con una cultura cercana y una interacción social natural serán opciones más adecuadas para la fusión.
“Las localidades con bases culturales cercanas e interacciones naturales en la vida social serán opciones más adecuadas para la fusión”.
El factor poblacional también es un aspecto importante. La densidad de población, la distribución de la población y las características de vida de la población afectarán considerablemente la organización y la gestión administrativa tras la fusión. Si las dos provincias presentan diferencias considerables en tamaño de población, condiciones de vida o nivel de desarrollo, la coordinación de recursos podría enfrentar numerosos desafíos. Por lo tanto, es necesario un cálculo cuidadoso para garantizar que, tras la fusión, el gobierno pueda operar eficazmente y satisfacer las necesidades de la población.
Además, es necesario considerar el desarrollo socioeconómico de las localidades. La fusión debe generar resonancia y promover el desarrollo común, no solo una cuestión de recortes administrativos.
Las provincias con estructuras económicas similares que puedan apoyarse mutuamente en estrategias de desarrollo a largo plazo podrán aprovechar mejor sus ventajas tras la fusión. Al mismo tiempo, es necesario considerar la armonización en la asignación presupuestaria y la inversión pública para evitar desequilibrios entre regiones.
Creo que si la fusión se lleva a cabo con criterios razonables, no solo contribuirá a optimizar la gestión y ahorrar presupuesto, sino que también abrirá nuevas oportunidades de desarrollo para cada localidad. Y lo más importante, debe garantizar el consenso de la población, ya que es ella quien se ve directamente afectada por estos cambios.
Una estrategia de fusión razonable y visionaria ayudará a las localidades a aprovechar al máximo sus ventajas, contribuyendo al fuerte ascenso del país en la nueva era: la era del crecimiento nacional.
¿Cómo elegir un nuevo nombre?
Inversionista: Al fusionar provincias y ciudades, ¿será necesario resolver el problema de elegir un nombre para la nueva unidad administrativa? ¿Deberíamos recuperar el nombre de una provincia o ciudad anterior o crear uno nuevo? En su opinión, ¿cómo podemos elegir un nombre que garantice la continuidad y sea adecuado para la nueva etapa de desarrollo? ¿Cómo podemos tener un nombre nuevo sin borrar el topónimo asociado con la historia y la cultura locales?
Prof. Asociado Dr. Bui Hoai Son : Elegir un nombre para una nueva unidad administrativa después de fusionar provincias y ciudades no es sólo una cuestión técnica, sino que también tiene un profundo significado cultural, histórico y de identidad local.
Un nombre no es simplemente un título administrativo, sino que también está asociado con la memoria colectiva, el orgullo del pueblo y expresa el espíritu de herencia y desarrollo en el nuevo período.
Creo que hay dos direcciones principales para nombrar nuevas unidades administrativas. Una es restaurar el nombre de una provincia o ciudad que existió en la historia, como una forma de honrar y preservar los valores culturales e históricos locales. Muchos topónimos antiguos contienen historias y marcan la formación y el desarrollo del territorio. Si se reutilizan, ayudarán a las personas a conectar con el pasado, generando orgullo y cohesión en la comunidad.
Sin embargo, en muchos casos, crear un nuevo nombre también es una opción razonable, especialmente cuando la fusión implica la combinación de muchas unidades con identidades diferentes. Un nuevo nombre más representativo, sin sesgo hacia una localidad específica, contribuirá a generar consenso y evitará la sensación de parcialidad entre regiones. Es importante que el nombre tenga un significado positivo, que refleje las características geográficas, históricas y culturales del área fusionada y, al mismo tiempo, sea adecuado para las tendencias de desarrollo de la nueva era.
Un rincón de la ciudad de Ninh Binh (provincia de Ninh Binh) visto desde arriba.
Para garantizar la continuidad y evitar perder la huella de los antiguos hitos, podemos aplicar muchas soluciones flexibles.
Por ejemplo, si se elige un nuevo nombre, los lugares históricos pueden conservarse en los nombres administrativos a nivel de distrito y comuna, o convertirse en nombres asociados a construcciones, zonas urbanas, zonas turísticas, escuelas, reliquias, etc. Esto ayudará a mantener la conexión entre el pasado y el presente, sin que se pierdan importantes valores históricos.
Nombrar una nueva unidad administrativa no sólo requiere una cuidadosa consideración por parte de los organismos de gestión, sino que también requiere la participación y el aporte de la población local.
Un nombre icónico, que hereda y abre una nueva visión de desarrollo, será un puente sólido entre la tradición y el futuro, contribuyendo a crear una identidad única para cada localidad en la nueva etapa de desarrollo.
Inversionista: En la opinión pública, muchas opiniones sugieren que deberíamos utilizar los nombres antiguos de muchas provincias y ciudades que alguna vez existieron, como Ha Nam Ninh, Hai Hung, Bac Thai, etc. ¿Cuál es su opinión sobre esta opinión?
Profesor asociado, Dr. Bui Hoai Son : Creo que restaurar los antiguos nombres de provincias y ciudades que alguna vez existieron, como Ha Nam Ninh, Hai Hung, Bac Thai, Phu Khanh, etc., es una idea que vale la pena considerar, porque estos nombres de lugares no solo tienen valor histórico sino que también están estrechamente asociados con los recuerdos de muchas generaciones de personas.
Al mencionar estos nombres, la gente no sólo recuerda una unidad administrativa sino que también evoca huellas culturales y características regionales que alguna vez existieron, creando cohesión comunitaria y orgullo local.
Reutilizar el nombre antiguo puede ser una solución para facilitar el proceso de fusión psicológica y socialmente. Los habitantes de localidades que han compartido la misma unidad administrativa en el pasado tendrán cierta familiaridad, lo que creará condiciones favorables para el posterior proceso de fusión y gestión.
Además, esto también ayuda a evitar debates innecesarios sobre nuevos nombres, porque se trata de nombres que han quedado registrados en la historia y tienen una gran aceptación en la comunidad.
Sin embargo, este enfoque no es posible ni recomendable en todos los casos. Algunas provincias han experimentado cambios importantes en su apariencia, economía, sociedad e identidad regional tras la separación. Reutilizar el antiguo nombre sin considerar los cambios en la realidad podría resultar inapropiado para la situación de desarrollo actual. En tales casos, sería razonable encontrar un nuevo nombre que sea integral y refleje con precisión las características de la zona fusionada.
La fusión se llevó a cabo con base en criterios razonables, lo que no sólo contribuyó a agilizar el aparato de gestión y ahorrar presupuesto, sino que también abrió nuevas oportunidades de desarrollo para cada localidad.
Lo más importante es escuchar la opinión de la gente y de los expertos antes de decidir el nombre de la nueva unidad administrativa.
Si un topónimo antiguo puede evocar orgullo y conexión, y es apropiado para el contexto actual, reutilizarlo es una buena opción. Pero si se necesita un nuevo nombre para reflejar la identidad y el desarrollo de la zona, se debe considerar cuidadosamente para garantizar que el nombre sea un legado y abra una nueva visión de futuro.
Inversionista: De hecho, la reciente fusión de algunas comunas, barrios o distritos demuestra que, dado que cada unidad administrativa tiene sus propias características, al nombrar la nueva unidad administrativa tras la fusión, todos desean conservar su propio nombre. Como resultado, el nuevo nombre se forma combinando dos palabras de dos antiguas unidades administrativas. En su opinión, ¿es esta opción óptima?
Profesor Asociado, Dr. Bui Hoai Son : Considero que la opción de combinar dos palabras de dos antiguas unidades administrativas para crear un nuevo nombre es una solución intermedia, pero no necesariamente óptima. Dado que cada topónimo tiene su propia historia, cultura e identidad, al combinar solo una parte del nombre con otro topónimo, puede perder inadvertidamente su significado completo y diluir la identidad de cada región.
Sin embargo, la combinación de nombres a menudo crea nuevos nombres de lugares que suenan extraños, poco naturales y difíciles de conectar con las características históricas y culturales del área.
Además, algunos nombres fusionados pueden ser largos, difíciles de leer y recordar, y en algunos casos incluso generar debate público cuando la gente siente que el nombre de su localidad está reducido y no se expresa plenamente. Esto puede afectar la psicología de la comunidad y reducir el consenso en el proceso de fusión.
En lugar de aplicar un método de denominación mecánico, debemos considerar criterios más importantes a la hora de nombrar, como factores históricos, geográficos, culturales o un símbolo común que represente a toda el área.
Si uno de los dos antiguos topónimos tiene un significado especial o está profundamente arraigado en la memoria popular, conservarlo puede ser una opción razonable. También es posible buscar un nuevo nombre que refleje las características del terreno tras la fusión, garantizando al mismo tiempo el factor sucesorio y evitando disputas innecesarias.
Un nombre no es solo un título administrativo, sino también un símbolo de la solidaridad, el orgullo y el espíritu de desarrollo de toda una comunidad. Por lo tanto, se necesita un enfoque más flexible y creativo, en lugar de simplemente combinar palabras de antiguos topónimos.
Profesor asociado, Dr. Bui Hoai Son
“Un nombre no es sólo un título administrativo, sino también un símbolo de solidaridad, orgullo y espíritu de desarrollo de toda una comunidad”
Debe haber consenso comunitario.
Inversionista: ¿Cómo evalúa la necesidad de consultar a la comunidad y a las partes interesadas a la hora de proponer y decidir un nuevo nombre?
Profesor Asociado, Dr. Bui Hoai Son : Consultar a la comunidad y a las partes interesadas al proponer y decidir un nuevo nombre es fundamental. Como mencioné, un topónimo no es solo un simple título administrativo, sino que también está estrechamente vinculado a la historia, la cultura y la identidad de todo un territorio y su gente.
Por lo tanto, la decisión sobre un nuevo nombre no puede ser un proceso desde arriba, sino que requiere la participación de la gente que vive allí, expertos en historia, cultura, idioma, así como de los organismos de gestión pertinentes.
Cuando un nuevo nombre se otorga con base en un amplio consenso, se fomenta la cohesión en la comunidad, lo que ayuda a que la gente se sienta orgullosa y responsable de su tierra. Por el contrario, si el nombre se basa únicamente en una decisión administrativa sin consultar a la población, es fácil generar debates, incluso reacciones negativas, lo que dificulta la implementación de futuras políticas.
Hay muchas maneras de realizar una consulta eficaz. Los gobiernos pueden realizar encuestas, solicitar opiniones mediante talleres, foros o incluso canales digitales. Esto no solo ayuda a recopilar perspectivas diversas, sino que también ayuda a las personas a sentirse respetadas y a tener voz en las decisiones importantes que afectan a su localidad.
Por lo tanto, creo que un nombre no es solo un título, sino también un símbolo de solidaridad, orgullo y espíritu de desarrollo de la localidad. Por lo tanto, consultar a la comunidad y a las partes interesadas no solo es un paso necesario, sino también un factor clave para garantizar la racionalidad, la sostenibilidad y la vitalidad a largo plazo de un nuevo nombre de lugar.
Inversionista: Gracias por compartir tan profundamente.
nguoiduatin.vn
Fuente: https://www.nguoiduatin.vn/lua-chon-ten-nao-cho-cac-tinh-sau-sap-nhap-204250223190642707.htm
Kommentar (0)