Dormir lo suficiente sin interrupciones es bueno para los músculos, el crecimiento en altura, la función cerebral y el sistema inmunológico.
Dormir lo suficiente, incluso profundamente y sin interrupciones, es beneficioso tanto para la mente como para el cuerpo. A continuación, se presentan algunos beneficios específicos.
Desarrollar músculo
La hormona del crecimiento es esencial para el crecimiento y el funcionamiento normal del cuerpo. Durante el sueño profundo, el cuerpo libera hormona del crecimiento, que ayuda a construir y reparar tejidos, limitando así los efectos de la pérdida de energía en el cuerpo. El aumento del flujo sanguíneo a los músculos durante el sueño profundo favorece estos procesos.
Mejorar la función cerebral
Un sueño profundo y reparador ayuda al cuerpo a eliminar los desechos del cerebro, incluyendo la proteína beta-amiloide, presente en cantidades anormales en el cerebro de las personas con Alzheimer. Eliminar los desechos ayuda al cerebro a procesar y almacenar mejor los recuerdos, lo que resulta en una memoria más eficaz.
Alivio del dolor
El dolor crónico puede empeorar sin un sueño profundo. La falta de sueño profundo se asocia con la fibromialgia, que causa dolor, depresión y fatiga. Al dormir más profundamente, se puede sentir menos dolor.
Mejor crecimiento
A veces, no poder dormir más profundamente por la noche puede causar problemas de crecimiento en los niños. Por ejemplo, los niños con un trastorno del sueño (apnea del sueño) duermen menos profundamente. No dormir lo suficiente interfiere con la liberación de la hormona del crecimiento, lo que provoca un crecimiento más lento de lo normal. Las tasas de crecimiento aumentan si se trata el trastorno del sueño.
Aumentar la inmunidad
Las personas que duermen poco o no duermen bien con regularidad son más propensas a enfermedades comunes como resfriados y gripe. La falta de sueño profundo también puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas como cardiopatías y cáncer. El sueño profundo ayuda a fortalecer el sistema inmunitario, reduciendo el riesgo de enfermedades.
Para dormir profundamente, conviene tomar siestas cortas, evitar el consumo de cafeína (té, café, refrescos), especialmente cerca de la hora de acostarse; y beber alcohol con moderación. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., el consumo moderado de alcohol se define como dos bebidas o menos al día para los hombres y una bebida o menos al día para las mujeres.
Hacer ejercicio puede mejorar la calidad del sueño. Un baño o una ducha caliente unos 90 minutos antes de acostarse, en una habitación fresca, oscura y tranquila, también puede ayudarle a conciliar el sueño.
Algunos medicamentos pueden causar insomnio, como los antidepresivos, analgésicos y diuréticos. Los pacientes deben consultar con su médico para ajustar la dosis o cambiar a otro medicamento si el medicamento afecta el sueño.
Mai Cat (según Very Well Health )
Los lectores hacen preguntas sobre enfermedades neurológicas aquí para que los médicos las respondan. |
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