En los últimos tiempos, uno de los problemas para los científicos ha sido la falta de regulaciones y mecanismos claros sobre los riesgos en la investigación científica. La Ley de Ciencia y Tecnología de 2013 y sus documentos rectores han creado un marco legal básico para proteger a los científicos, pero no existen regulaciones detalladas sobre la gestión de riesgos ni se menciona la investigación de alto riesgo.
Por lo tanto, tanto los organismos de gestión como la opinión pública creen que los proyectos de investigación financiados por el Estado deben ser exitosos. De no ser así, se considerarán un despilfarro, lo que provocará pérdidas en el presupuesto estatal. El líder del proyecto deberá recuperar la financiación y no podrá recibir proyectos en los próximos años. Esto lleva a una situación en la que los científicos no se atreven a inscribirse en proyectos desafiantes, y los productos altamente creativos también limitan las oportunidades de investigación y desarrollo.
Los científicos y los organismos de gestión han afirmado reiteradamente que considerar la inversión en ciencia y tecnología como una inversión normal, que requiere resultados acordes con los costos de inversión, no se ajusta a las características de la investigación científica. La naturaleza de las actividades de investigación es la experimentación, la búsqueda de nuevas aplicaciones y siempre existe el riesgo de fracaso. Sin embargo, no toda la investigación produce resultados definitivos ni se aplica en la práctica, especialmente la investigación básica de carácter pionero, que es la premisa de la investigación aplicada. Además, su aplicación práctica depende en gran medida de la capacidad de la sociedad.
La Resolución n.° 57-NQ/TW sobre avances en el desarrollo científico-tecnológico, la innovación y la transformación digital nacional ha eliminado recientemente las barreras mencionadas con la innovadora regulación sobre la aceptación de riesgos, inversiones arriesgadas y retrasos en la investigación científica, el desarrollo tecnológico y la innovación. Aceptar riesgos es uno de los métodos para implementar avances creativos en el desarrollo científico-tecnológico, la innovación y la transformación digital. Muchos consideran que la Resolución n.° 57 sin duda animará a los científicos a pensar, actuar y asumir tareas al acceder a las fuentes de inversión del presupuesto estatal para ciencia, tecnología e innovación.
Según los expertos, incluso en países desarrollados, la tasa de éxito en la aplicación práctica de temas es de tan solo un 20-30 %. Esta es también la razón por la que los países desarrollados cuentan con un sistema de fondos de capital riesgo y una cultura de aceptación del fracaso en la investigación, gracias a la cual cuentan con empresas unicornio, corporaciones tecnológicas con numerosos productos de alta tecnología.
En el país, el Instituto de Ciencia y Tecnología de Vietnam-Corea (VKIST), con su nuevo modelo de gobernanza, ha aceptado desde hace mucho tiempo el fracaso como una parte inevitable de las actividades de investigación, a través de la transparencia de los resultados de la investigación, informando los riesgos de manera honesta y rápida, eximiendo al líder del proyecto de responsabilidad y considerando la investigación fallida como una lección para ayudar a los científicos a evitar el fracaso en tareas futuras.
En el futuro, es necesario ajustar la Ley de Ciencia y Tecnología de 2013 y las leyes relacionadas para crear un corredor legal favorable y promover la ciencia, la tecnología y la innovación; es necesario aceptar los riesgos en la investigación científica de acuerdo con las prácticas y estándares internacionales.
Muchos científicos recomiendan aclarar el concepto de riesgo en la investigación científica, agrupar los tipos de riesgos que pueden surgir en la implementación de temas y tareas, y proponer soluciones para cada uno, a fin de que los científicos tengan una visión global del proceso. Dado que la investigación innovadora suele ser de alto riesgo, el Estado necesita establecer un fondo para apoyar la investigación altamente creativa, pero de alto riesgo, con el fin de fomentar nuevas ideas.
En lugar de depender de la seguridad o el éxito a corto plazo, el fondo se centrará en evaluar el potencial a largo plazo y la innovación de los proyectos, fomentando la asunción de riesgos para lograr importantes avances tecnológicos. Además, se animará a los equipos de investigación a cooperar con organizaciones e institutos internacionales para aprender e implementar ideas innovadoras, reduciendo los riesgos mediante la cooperación y el intercambio de conocimientos. Por parte de los científicos, es necesario mejorar la calidad de la investigación y se necesitan expertos que apoyen la evaluación de la viabilidad y el avance de los proyectos, así como que brinden asesoramiento profesional durante el proceso de investigación.
Además, es necesario invertir en el desarrollo de laboratorios e infraestructura tecnológica compartida para mejorar el potencial de investigación en las universidades e institutos de investigación; tener políticas para promover conexiones entre institutos de investigación y empresas para optimizar recursos y ampliar la aplicación práctica de la investigación.
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Fuente: https://nhandan.vn/khuyen-khich-nha-khoa-hoc-dam-nghi-dam-lam-post858807.html
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