Si alguna vez has querido dormirte después de comer, has sentido somnolencia conduciendo a casa desde un restaurante o has tenido problemas para mantener los ojos abiertos durante una reunión a primera hora de la tarde, seguramente has experimentado un fenómeno llamado "somnolencia posprandial". Se trata de una reacción fisiológica muy común, sobre todo después de una comida copiosa. - Foto: AI
La somnolencia posprandial es un estado de somnolencia que ocurre inmediatamente después de una comida, a menudo más evidente alrededor del comienzo de la tarde, un momento al que muchas personas se refieren como "la depresión posterior al almuerzo".
Contrariamente a la antigua creencia de que la sangre se "desvía" del cerebro al estómago para la digestión, la ciencia demuestra que la causa real es una combinación de muchos procesos biológicos y hábitos de estilo de vida.
Cambios corporales después de las comidas
En cuanto empiezas a comer, tu sistema digestivo se acelera de inmediato. Tu cuerpo prioriza la distribución de sangre al estómago e intestinos para ayudar a moler, descomponer y absorber los nutrientes. Esto es como enviar tropas a un gran frente de batalla, reduciendo temporalmente el flujo sanguíneo y el oxígeno a otros órganos, incluido el cerebro.
Aunque tu cerebro todavía funciona con normalidad, la ligera disminución de oxígeno puede hacer que te sientas un poco más lento y letárgico.
Paralelamente, el sistema nervioso parasimpático se activa con fuerza después de comer. Esta es la parte responsable del estado de "descanso y digestión", a diferencia del sistema nervioso simpático, que apoya al cuerpo cuando necesita estar alerta y receptivo.
Cuando el sistema parasimpático toma el control, el cuerpo recibe la señal de que es hora de relajarse, reduciendo la actividad física y mental para priorizar el proceso digestivo. Como resultado, uno se siente fácilmente somnoliento, se aletarga y desea... encontrar un lugar para descansar.
El papel de los alimentos que consumes
Según los expertos en salud, la composición nutricional de una comida influye considerablemente en el nivel de somnolencia. Las comidas ricas en carbohidratos refinados, como la pizza, el pan blanco, las patatas fritas o los dulces, suelen causar más fatiga.
Esto se debe a que provocan un aumento rápido del azúcar en la sangre, obligando al cuerpo a liberar insulina para reducirla. Esta caída repentina del azúcar en la sangre puede causar una sensación de letargo y somnolencia.
Los alimentos ricos en el aminoácido triptófano, como la leche, el pollo, la langosta y algunos frutos secos, también pueden causar apatía. El triptófano es el componente básico para que el cuerpo produzca serotonina y melatonina, dos sustancias químicas asociadas con la relajación y el sueño.
El tamaño de las porciones de comida también es importante.
No solo importa el tipo de comida que comes, sino también el tamaño de la porción. Cuanto más comes, más tiene que trabajar tu sistema digestivo para procesar, descomponer, absorber, transportar y almacenar nutrientes. Esta carga de trabajo requiere mucha energía, lo que hace que tu cuerpo la "extraiga" de otras actividades, lo que te provoca somnolencia.
Mantener comidas regulares ayuda a estabilizar el azúcar en sangre, manteniendo así estables los niveles de energía. Por otro lado, saltarse comidas, comer de forma irregular o dejar pasar demasiado tiempo entre comidas puede provocar fluctuaciones drásticas en los niveles de energía, lo que provoca una bajada de energía a media tarde.
Consejos para evitar la somnolencia después de comer
Sentir sueño después de una comida es un fenómeno fisiológico normal, especialmente si acaba de ingerir una comida abundante o ha consumido alimentos ricos en carbohidratos refinados.
Sin embargo, si esta condición se presenta con frecuencia, en exceso o está acompañada de otros síntomas como pérdida de peso o fatiga persistente, consulte a un médico para descartar problemas de salud como trastornos del azúcar en sangre o enfermedad de la tiroides.
Algunas formas de ayudar a evitar la somnolencia después de comer:
Coma porciones moderadas y evite comer en exceso.
Combine carbohidratos complejos (como cereales integrales y verduras) con proteínas y grasas saludables para mantener la energía.
Come a tiempo, evita saltarte comidas.
Beba suficiente agua y haga ejercicio ligero después de comer para ayudar a la digestión.
Una buena comida debería darte energía, no adormecerte. Ajustar tus hábitos alimenticios te ayudará a mantenerte alerta, saludable y a disfrutar al máximo del día.
Fuente: https://tuoitre.vn/khoa-hoc-ly-giai-hien-tuong-cang-da-bung-trung-da-mat-20250810211506692.htm
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