El 13 de marzo, el Director General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, prometió que la organización continuará sus esfuerzos para monitorear la descarga de aguas residuales radiactivas tratadas de la planta nuclear Nº 1 de Fukushima en el mar.
Rafael Grossi hizo la promesa al reunirse con residentes locales en la ciudad de Iwaki durante una visita de tres días a Japón, la primera desde que comenzó la descarga al océano en agosto de 2023. La agencia de noticias Kyodo informó que el secretario jefe del gabinete japonés, Yoshimasa Hayashi, y el director general del OIEA, Rafael Grossi, acordaron continuar la cooperación para analizar el impacto del agua radiactiva tratada de la central nuclear de Fukushima desmantelada.
La liberación es solo la primera etapa de un proceso largo y minucioso, afirmó el jefe del OIEA. Grossi también destacó el papel del OIEA como monitor independiente y reiteró el compromiso de la organización de mantenerse vigilante durante todo el proceso.
Esa misma tarde, el Sr. Grossi visitó la central nuclear de Fukushima Nº 1 para evaluar la situación del vertido y se mostró dispuesto a escuchar las preocupaciones y necesidades de la población.
Hasta la fecha, Tokyo Electric Power Company (TEPCO) ha vertido al océano cuatro lotes de agua radiactiva tratada de la central nuclear de Fukushima n.º 1, tras confirmarse el cumplimiento de las normas internacionales de radiación, con un total aproximado de 31 150 toneladas de aguas residuales radiactivas tratadas. El último lote comenzó el 28 de febrero, con 7800 toneladas de agua vertidas en 17 días.
De esta forma, TEPCO ha completado el vertido según el plan original en el año fiscal 2023 de 31.200 toneladas y se espera que descargue alrededor de 54.600 toneladas de agua tratada radiactiva en el año fiscal 2024.
Khanh Hung
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