Toda la provincia de Hung Yen cuenta con más de 5 mil hectáreas de longan. Cada año, desde finales de julio hasta agosto, los jardines de longan parecen lucir una nueva capa: el color amarillo-marrón de la fruta madura se mezcla con el verde intenso de las hojas. El longan madura con el té, pero desde el comienzo de la temporada, toda la zona se impregna de su fragante aroma, con el bullicio de la recolección, el ruido de los vehículos transportando mercancías y los alegres vítores de comerciantes y turistas de todas partes.
Todavía recuerdo la primera vez que estuve en medio de un huerto de longan en plena temporada. Al observar los racimos que colgaban pesadamente de las ramas, sentí deseos de dedicar por completo a la gente lo más esencial que el cielo y la tierra han acumulado. Cada longan se atesora como un regalo preciado. Con solo pelar suavemente su fina piel de color marrón claro, se extiende su fragancia: una fragancia inconfundible, dulce y refrescante. La pulpa del longan es gruesa y crujiente, y envuelve la pequeña semilla en su interior. Su rica dulzura, combinada con su suave aroma, hace que quienes lo prueban no lo olviden. He tenido la oportunidad de viajar a muchas otras provincias, ciudades y regiones donde también hay longan. Pero, siendo sincero, el sabor del longan de Hung Yen es inigualable. Esa diferencia no solo proviene de la variedad endémica del longan, sino también de la tierra, de la diligencia y la experiencia acumuladas durante generaciones por sus habitantes. Entre los jardines de longan repletos de fruta, la gente visita con frecuencia el árbol de longan ancestral, considerado el origen de esta variedad famosa en todo el país. Este antiguo árbol de longan aún se yergue firme en el patio de la Pagoda Hien, testigo del paso de las estaciones, aún floreciendo, dando frutos, aún preservado como un tesoro de la tierra. El longan de Hung Yen no es solo un producto, sino también un orgullo, un patrimonio vivo de una tierra rica en tradición.
Hoy en día, el longan de Hung Yen no se limita solo al consumo doméstico. Se han planificado sistemáticamente decenas de zonas de cultivo de longan, producidas según el proceso VietGAP, cumpliendo con los estándares de exportación a Estados Unidos, Japón y China. El longan de Hung Yen ha llegado lejos, contribuyendo a la imagen de los productos agrícolas vietnamitas en el mapa mundial. Pero lo más especial es que los huertos de longan se han convertido en destinos atractivos para los turistas, que no solo buscan degustar la deliciosa fruta, sino también recogerla, observar su cuidado y disfrutar de la paz y la prosperidad de la campiña norteña. Numerosos grupos de turistas de países como Singapur, Japón, Francia y Alemania han visitado Hung Yen durante la temporada de longan. Concertaron citas telefónicas con antelación, esperando con impaciencia el fin de semana para pasear bajo las verdes copas de los árboles, escuchando la historia de cada variedad y de cada tierra. Quizás por eso la temporada de longan en Hung Yen no es simplemente una temporada agrícola . Es la época de alegres reencuentros, cuando los niños que están lejos de casa regresan a casa para visitar el huerto y recoger fruta. Es la época de la esperanza, cuando cada camión de longan lleva la expectativa de una cosecha abundante. Es la época de los recuerdos, cuando una simple fragancia basta para recordar los viejos tiempos, cuando subíamos a los árboles a recoger fruta, o cuando nuestras madres envolvían longan en bolsas de papel para regalar a sus invitados distinguidos...
Si vienes a Hung Yen esta temporada, no te quedes solo. Detente, pasea por el exuberante huerto de longan, recoge un puñado de frutos carnosos, pélalos y cierra los ojos para disfrutarlos. Entenderás por qué la gente de Hung Yen aún conserva el árbol de longan como un tesoro. Y por qué, entre tantos productos vietnamitas, el longan de Hung Yen conserva un sabor especial que te hará recordar para siempre.
Bondad
Fuente: https://baohungyen.vn/hung-yen-mua-nhan-chin-3183288.html
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