Brasil Según el centrocampista brasileño de 40 años Felipe Melo, sus dos ex compañeros del equipo Dani Alves y Robinho merecen penas de prisión por el escándalo de violación.
"Tengo una hija de 15 años. Si le hicieran eso a mi hija, no creo que estaría aquí dando esta entrevista", declaró Melo a Globo Sporte . "Creo que debemos respetar a los demás, tanto a las mujeres como a los hombres".
Melo con la camiseta del Fluminense. Foto: Reuters
El 22 de febrero, un tribunal de Barcelona condenó a Alves a 4 años y 6 meses de prisión por violar a una mujer de 23 años en una discoteca de Barcelona a finales de 2022. Además, el exdefensor del Barça y del PSG estuvo puesto bajo supervisión legal durante 5 años más y se le prohibió contactar con la víctima durante 9 años y 6 meses.
Al igual que Alves, el exdelantero del Real Madrid y del AC Milan, Robinho, también fue condenado por violación en un incidente en Italia, pero cumplirá una condena de nueve años en Brasil tras un fallo judicial del 20 de marzo. En 2017, Robinho fue condenado por participar en la violación en grupo de una mujer albanesa en un club nocturno de Milán en enero de 2013, y fue arrestado en su apartamento de Santos la semana pasada.
"Tienen que pagar por lo que hicieron. Y que sirva de lección para que otros no lo hagan. Esto es muy grave", añadió Melo, destacando la importancia de educar a los niños para que no vuelva a ocurrir lo mismo en el futuro.
Melo juega en el Fluminense de Brasil y jugó con la selección nacional brasileña en la temporada 2009-2010, donde disputó 22 partidos. Formó parte del equipo que participó en el Mundial de 2010. En ese entonces, Melo jugaba en la Juventus y fue convocado para la Copa Mundial de 23 jugadores junto a Alves y Robinho. Melo también jugó en clubes como Flamengo, Fiorentina, Galatasaray e Inter de Milán.
Melo (n.° 5) con Dani Alves (n.° 13) y Robinho (n.° 11) en una situación para bloquear el regate de Robben en los cuartos de final del Mundial de 2010. Foto: Reuters
En el caso de Alves, el Tribunal de Apelación español le concedió la libertad bajo fianza el 20 de marzo. Además de tener que pagar una fianza de 1,1 millones de dólares, al defensor del Barça y del PSG también le confiscaron el pasaporte, tuvo que presentarse ante la policía semanalmente y se le prohibió contactar o viajar a menos de 1 km del acusador.
Posteriormente se informó que su excompañero del Barça, Memphis Depay, había pagado la prometida de Alves. Sin embargo, el agente de Depay, Sébastien Ledure, desmintió la información. "Es una noticia falsa, completamente falsa", afirmó Ledure a Informativos Telecinco.
Mientras tanto, la Confederación Brasileña de Fútbol está generando controversia al no comentar el caso de Alves. "Incidentes como este son una bofetada a todas las mujeres, especialmente a Alves, que pueden pagar para ser libres. Cada caso que queda impune es la semilla del próximo crimen", declaró Leila Pereira, presidenta del club brasileño Palmeiras, en Londres el 22 de marzo.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, también criticó la decisión del tribunal español de liberar a Alves bajo fianza. "No podemos permanecer callados ante estas injusticias. El dinero no compra la dignidad", declaró el 20 de marzo. "El dinero que Alves obtuvo prestado no puede pagar el crimen que un hombre comete contra una mujer al violarla".
Semanas antes del juicio de Robinho ante el Tribunal Supremo de Brasil, Lula declaró que el exfutbolista debía cumplir su condena en Brasil. Alves y Robinho eran firmes partidarios del predecesor de Lula, el expresidente Jair Bolsonaro.
Hong Duy
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