Las interacciones entre representantes de Estados Unidos y China, los compromisos con la responsabilidad colectiva y las novedades procedentes de Europa son algunos de los puntos destacados del Diálogo Shangri-La que se celebrará en Singapur del 2 al 4 de junio.
El ministro de Defensa chino, Li Shangfu, interviene en el Diálogo Shangri-La en Singapur el 3 de junio. (Fuente: AFP) |
Preocupación común y responsabilidad colectiva
En primer lugar, la importancia de este foro. Por un lado, con la asistencia de casi 600 delegados, siete sesiones plenarias con seis sesiones de debate y numerosas reuniones bilaterales paralelas, el Diálogo resulta cada vez más atractivo.
Por otra parte, muestra el surgimiento de cada vez más problemas que afectan el entorno de seguridad regional, como la competencia entre grandes potencias, el respeto al derecho internacional, el uso de la fuerza y la amenaza del uso de la fuerza, la soberanía territorial, el medio ambiente, etc.
En ese contexto, la diversidad de temas abordados, desde la construcción de una región Asia- Pacífico equilibrada y estable, el desarrollo de nuevas asociaciones para la seguridad regional hasta el impacto de la competencia tecnológica y digital en la seguridad, cubrieron en parte las preocupaciones comunes de los oradores e invitados.
En segundo lugar, el contenido del debate fue relativamente amplio, pero la mayoría de las sesiones de debate terminaron con declaraciones que promovían la responsabilidad colectiva y el espíritu de respeto por el derecho internacional, especialmente en la solución de los puntos calientes y conflictos actuales, como Rusia-Ucrania, la península de Corea, Sudán, el estrecho de Taiwán o el Mar del Este.
En esta ocasión, en el Diálogo Shangri-La, el orador principal, el primer ministro australiano Antony Albanese, afirmó que el evento reafirmó quela paz , la seguridad y la estabilidad en el Indopacífico no son responsabilidad de una sola persona. Por lo tanto, no es erróneo afirmar que la «responsabilidad colectiva» y el respeto al derecho internacional son, sin duda, los temas principales y constantes de este foro.
El apretón de manos no es una conversación
Sin embargo, implementar esa “responsabilidad colectiva” y ese espíritu de respeto por el derecho internacional no será sencillo cuando la competencia entre Estados Unidos y China sigue siendo feroz, como se demostró claramente a través de las interacciones entre los representantes de los dos países en el Diálogo de Shangri-La.
El 3 de junio, el secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin, afirmó que el país «no busca el conflicto ni la confrontación, sino que está preparado para responder a la intimidación y la coerción». Estados Unidos seguirá adhiriéndose al principio de una sola China, aunque se opone a cualquier intento unilateral de cambiar el statu quo por parte de cualquiera de las partes.
Sin embargo, el momento culminante fue cuando criticó a Pekín por "no estar dispuesto a construir un mecanismo más adecuado para la gestión de crisis entre ambos ejércitos". Cabe destacar que, al mismo tiempo, se decía que buques de guerra estadounidenses y canadienses habían pasado por el estrecho de Taiwán.
Esto ha provocado una reacción negativa de los representantes de Pekín. Inmediatamente después del discurso del Sr. Austin, el subjefe del Departamento del Estado Mayor Conjunto de la Comisión Militar Central de China, el teniente general Geng Jianfeng, respondió al margen. Afirmó que el representante estadounidense había "distorsionado gravemente los hechos y la verdad" sobre la cuestión de Taiwán y criticó las "actividades de vigilancia ilegal" de Washington.
Por su parte, el ministro de Defensa chino, Li Shangfu, criticó a ciertos países por intensificar la carrera armamentística e interferir en los asuntos internos de otros, advirtiendo sobre una mentalidad de Guerra Fría. Sin embargo, enfatizó que, a pesar de las diferencias sistémicas, China no busca el conflicto ni la confrontación y está dispuesta a trabajar con Estados Unidos para buscar puntos en común e intereses comunes que fortalezcan las relaciones bilaterales y profundicen la cooperación.
En ese contexto, el primer apretón de manos y el breve intercambio entre ambas contrapartes reflejaron un mensaje: a pesar de los esfuerzos por conectarse entre ambas partes, las diferencias fundamentales harán más difícil la cooperación bilateral en materia de defensa.
La “responsabilidad colectiva” y el espíritu de respeto por el derecho internacional son ciertamente temas importantes y constantes en este Diálogo de Shangri-La. |
El papel de la ASEAN y las nuevas características de Europa
Los representantes de Estados Unidos, China, Australia, Japón, Corea del Sur, India, Reino Unido, Canadá y la Unión Europea (UE) coincidieron en el papel central de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en la estructura de seguridad de la región Asia-Pacífico y se comprometieron a fortalecer la cooperación con el bloque en el futuro.
El ministro de Defensa japonés, Yasukuzu Hamada, afirmó que además del Diálogo Shangri-La, Japón seguirá prestando atención a los marcos de cooperación regional liderados por la ASEAN, como la Cumbre de Asia Oriental (EAS), el Foro Regional de la ASEAN (ARF) y la Reunión de Ministros de Defensa de la ASEAN Plus (ADMM+).
Mientras tanto, el secretario de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, reiteró que la inscripción del país en ADMM+ demuestra el espíritu de cooperación en las relaciones de defensa del Reino Unido. Más importante aún, contribuye a reafirmar la importancia de la ASEAN para la política de Londres en la región.
Finalmente, la presencia de representantes europeos, desde el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Joseph Borrell, hasta el Secretario de Defensa británico, Ben Wallace, también es destacable. De hecho, muchos líderes del continente han enfatizado que la situación en Asia-Pacífico tendrá un impacto directo en los asuntos de seguridad europeos, ya sea el conflicto entre Rusia y Ucrania o las tensiones entre Estados Unidos y China. En ese caso, el Diálogo Shangri-La es sin duda el foro ideal para que los funcionarios europeos transmitan un mensaje clave sobre los próximos pasos en su enfoque hacia la región Asia-Pacífico.
En su intervención en el Diálogo, el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Joseph Borell, afirmó que Europa quiere convertirse en un socio fiable y capaz en la región Asia-Pacífico para promover la seguridad. Afirmó: «Nos necesitamos mutuamente. Necesitamos estabilizar este mundo».
El Diálogo Shangri-La es una oportunidad para que todas las partes se sienten, discutan y trabajen hacia ese objetivo común.
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