Cuando las muelas del juicio se tuercen, pueden causar gingivitis, dolor de mandíbula, dolores de cabeza y algunos problemas de sinusitis, oídos y nariz. Por lo tanto, la detección temprana de los signos de las muelas del juicio torcidas y la intervención oportuna ayudarán a reducir los síntomas, según el sitio web de salud Verywell Health (EE. UU.).
Cuando las muelas del juicio crecen torcidas, causando inflamación e infección, es necesario extraerlas y tratarlas con antibióticos.
Las personas necesitan acudir al dentista cuando aparecen los siguientes signos:
Las muelas del juicio crecen fuera de las encías.
Si la muela del juicio no crece recta, sino torcida, y la punta ha sobresalido de la encía, es necesario extraerla. Sin embargo, si la muela del juicio crece recta y no causa dolor ni inflamación, es posible que no sea necesario extraerla.
Dolor al masticar
Incluso si las muelas del juicio no han crecido completamente, pueden causar dolor al masticar. Esta condición nos impide disfrutar de la comida, lo que fácilmente puede provocar desnutrición.
Provoca daños a otros dientes.
Las muelas del juicio a veces dañan otros dientes o la articulación mandibular. Esto suele deberse a que crecen torcidas y ejercen presión sobre los dientes adyacentes.
Crea un espacio con los dientes adyacentes.
Cuando las muelas del juicio crecen torcidas, presionan las muelas adyacentes. Al crecer lo suficiente, crean un espacio entre ellas y los dientes adyacentes. La comida atrapada en este espacio causa caries, infecciones y la formación de abscesos.
Al observar los signos mencionados, el paciente debe acudir al dentista lo antes posible para recibir tratamiento. Las muelas del juicio infectadas pueden causar dolor y muchos otros síntomas incómodos.
Retrasar el tratamiento solo empeorará los síntomas e incluso causará complicaciones. En algunos casos, la infección puede ser tan grave que se requiere cirugía para extraer las muelas del juicio y antibióticos, según Verywell Health .
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