Durante siglos, los expertos no pudieron identificar los restos de Nicolás Copérnico hasta que se encontraron cabellos atrapados en un libro.
Pintura del astrónomo Nicolás Copérnico. Foto: Jan Matejko/Wikimedia
Nicolás Copérnico fue un famoso astrónomo renacentista que hace cinco siglos propuso que la Tierra giraba alrededor del Sol, y no al revés. También fue matemático, ingeniero, escritor, teórico económico y médico. Sin embargo, la ubicación de su tumba ha sido un misterio durante siglos.
La vida de Nicolás Copérnico
Nicolás Copérnico nació en Toruń, Polonia, en 1473. Era el menor de cuatro hijos de un comerciante local. Tras la muerte de su padre, un tío se encargó de su educación. Estudió en la Universidad de Cracovia de 1491 a 1494, y posteriormente en las universidades italianas de Bolonia, Padua y Ferrara.
Tras estudiar medicina, derecho canónico, astronomía matemática y astrología, Copérnico regresó a su patria en 1503. Trabajó entonces para su tío, Lucas Watzenrode el Joven, obispo. Copérnico continuó sus estudios de medicina a la vez que estudiaba matemáticas. En aquella época, tanto la astronomía como la música se consideraban ramas de las matemáticas. Durante este período, desarrolló dos influyentes teorías económicas: la teoría cuantitativa del dinero en 1517 y la ley de Gresham en 1519.
Una de las contribuciones más notables de Copérnico a la ciencia fue su revolucionario modelo del universo. A diferencia del modelo ptolemaico imperante en la época, que sostenía que la Tierra era estacionaria y el centro del universo, Copérnico argumentaba que la Tierra y los demás planetas giraban alrededor del Sol. Copérnico incluso comparó el tamaño de las órbitas planetarias expresándolas en términos de la distancia entre el Sol y la Tierra.
Su obra maestra, el libro De Revolutionibus Orbium Coelestium (Sobre los movimientos de las esferas celestes), publicado poco antes de su muerte en 1543, sentó las bases para importantes cambios en la comprensión del universo por parte de la humanidad, allanando el camino para astrónomos posteriores como Galileo Galilei.
Catedral de Frombork, donde está enterrado Copérnico. Foto: Lestat/Wikimedia
La búsqueda de la tumba duró siglos.
Tras su muerte en Frombork, Polonia, en 1543, Copérnico fue enterrado en la iglesia local. La iglesia de Frombork es el lugar de descanso final de más de 100 personas, la mayoría de las cuales yacen en tumbas sin nombre.
Hubo varios intentos fallidos de localizar los restos de Copérnico en los siglos XVI y XVII. Otro intento fallido fue el del emperador francés Napoleón tras la batalla de Eylau en 1807. Napoleón sentía un gran respeto por Copérnico como científico, matemático y astrónomo.
En 2005, un equipo de arqueólogos polacos comenzó la búsqueda de la tumba de Copérnico. Siguieron el consejo del historiador Jerzy Sikorski, quien afirmaba que Copérnico fue enterrado cerca del altar que dirigía cuando era sacerdote. Ese altar era el Altar de San Waclao, ahora conocido como el Altar de la Santa Cruz.
Los científicos descubrieron 13 esqueletos cerca del altar, incluyendo el esqueleto parcial de un hombre de entre 60 y 70 años. Este esqueleto en particular fue identificado como el más parecido a Copérnico. El cráneo del esqueleto se utilizó posteriormente como base para la reconstrucción facial.
Además de la morfología, el análisis de ADN se utiliza a menudo para identificar restos antiguos. En el caso del esqueleto parcial, los expertos pudieron identificar genes gracias a la buena conservación de los dientes. Sin embargo, el reto residió en encontrar material de referencia adecuado: los expertos no contaban con los restos de ningún familiar de Copérnico.
Un extraño descubrimiento ayuda a identificar restos
En 2006, surgió inesperadamente una nueva fuente de material de referencia de ADN. Los expertos descubrieron algunos pelos entre las páginas de un libro de astronomía que Copérnico había usado durante muchos años. El libro ahora es propiedad del Museo Gustavianum de la Universidad de Uppsala, Suecia.
Es probable que los cabellos pertenecieran a Copérnico, el principal usuario del libro, y por lo tanto se consideraron material de referencia potencial para comparaciones genéticas con los dientes y huesos de la tumba. Las comparaciones mostraron que tanto el ADN mitocondrial de las muestras de dientes como de hueso coincidía con el ADN mitocondrial del cabello, lo que sugiere que los restos probablemente pertenecían a Nicolás Copérnico.
Un esfuerzo multidisciplinario, que incluyó excavaciones arqueológicas, estudios morfológicos y análisis avanzados de ADN, arrojó un resultado convincente. Este notable descubrimiento no solo arroja luz sobre el lugar de descanso de una de las figuras más influyentes de la historia de la ciencia, sino que también demuestra el enorme poder de los métodos científicos modernos para corroborar datos históricos.
Thu Thao (Según el espacio )
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