Con motivo del Día del Maestro Vietnamita, el 20 de noviembre, me gustaría compartir algunas reflexiones sobre la profesión docente en la nueva era y el viaje para construir escuelas felices según lo propuesto por el sector educativo .
Sueña siempre
Los docentes deben tener siempre sueños para sí mismos, ambiciones para sus hijos y su familia, y anhelar una carrera de cien años. Esto les ayuda a escuchar con sinceridad, a crear lecciones y experiencias útiles, y a ayudar a los estudiantes a progresar en cada actividad educativa. Después de la escuela, al regresar a casa, los docentes deben dejar de lado sus preocupaciones y estar en paz con sus seres queridos.
¡Autoestudio, autoestudio, autoestudio!
La vida está en constante movimiento, y la fuerte transformación digital exige que los docentes aprendan en cualquier momento y lugar. Deben perfeccionar sus habilidades profesionales para cumplir con los requisitos del programa y ayudar a los estudiantes a mejorar gradualmente. Deben ser diligentes en el autoaprendizaje para dar ejemplo a sus estudiantes.
Por ejemplo, los profesores de física, si son buenos en matemáticas, enseñarán mucho mejor; los profesores de física que dominan el inglés tendrán clases interesantes; los profesores de física que estudian química tendrán clases más integradas y profundas; los profesores de física que tienen "un poco" de poesía y literatura, introducirán y plantearán cuestiones, atrayendo a los estudiantes desde el "estacionamiento"... Si es así, los estudiantes que participan en clase serán más felices y el proceso de autoaprendizaje será el camino hacia una escuela feliz.
Las escuelas felices comienzan con profesores felices
Innovación en conferencias
Los profesores no deben contentarse con las viejas conferencias, no detenerse en el conocimiento de los libros de texto; necesitan dominar el programa de la asignatura, renovar las conferencias.
No todas las lecciones son atractivas de principio a fin. Sin embargo, debe haber uno o dos detalles (en la clase) que sean el alma de la colaboración entre profesores y alumnos. Por ejemplo, los profesores pueden innovar en la forma de plantear los problemas, añadir preguntas interesantes a viejos problemas de matemáticas, una historia, un juego, una canción popular, un poema de amor para los alumnos, un ejemplo filial, una situación inesperada... ¡Una escuela feliz está al alcance de los profesores!
Comprender a los estudiantes
Al comprender las circunstancias y el temperamento de los estudiantes de su clase, los docentes pueden tomar las medidas adecuadas para cada uno. A partir de ahí, pueden asignar tareas, hacer preguntas, elogiar y criticar para que los estudiantes siempre se sientan atendidos y respetados por el docente.
Lograr que los alumnos sean siempre activos, dinámicos y automotivados en el aprendizaje requiere un gran esfuerzo por parte del profesorado. Por lo tanto, es fundamental que estén cerca de ellos y los escuchen como a sus propios hijos para que el aula se convierta en un segundo hogar, un rincón feliz en una escuela feliz.
Cooperación, compartir
Durante las actividades (grupos profesionales, equipos, consejos pedagógicos) en la escuela, los profesores "se sientan aquí" y comparten las ventajas y desventajas de sus compañeros de equipo... Los profesores pueden discutir temas con franqueza y habilidad a través de actividades profesionales, actividades de grupo e incluso durante los "descansos de té y vino".
Para formar maestros, partamos de una vida colectiva de altruismo, honestidad y solidaridad. Cambiemos cada día, solo un poquito, así, como el corazón que se agita en un lago en calma, derramando olas de felicidad entre maestros, estudiantes y padres.
Ejercicio
Enseñar es una tarea ardua que requiere que los docentes estén sanos y de buen humor. Dependiendo de las condiciones, circunstancias e intereses, los docentes eligen el método y el programa de capacitación y lo practican con constancia a diario. La salud es fundamental para que los docentes sean felices, participando activamente en las actividades escolares, controlando sus emociones ante alumnos traviesos, siendo sociables con sus colegas y amigables con los padres. ¡Una escuela feliz comienza con docentes que practican una buena salud!
Los docentes desempeñan un papel central en la construcción de escuelas felices
Orgulloso de la profesión docente
A pesar de los altibajos, las amargas historias de cuotas ilegales, la excesiva docencia y el aprendizaje extra..., muchos docentes siguen dedicados a sus alumnos. Sin mencionar que hay muchos padres dedicados, muchos ejemplos brillantes de estudiantes estudiosos... que continúan la noble tradición de respetar a los docentes. De hecho, el país se llena de alegría cuando cada docente es capaz, responsable, ama la profesión y ama a la gente.
La misión de la educación es noble, y los docentes tenemos derecho a sentirnos orgullosos, eso siempre es cierto. El orgullo ayuda a los docentes a ser firmes en su camino hacia la construcción de escuelas felices.
Los profesores se capacitan, la educación cambia, todos están de acuerdo, todo el país se preocupa por la educación, entonces habrá escuelas felices.
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