Los comentarios de Amorim llegan al final de una semana turbulenta, tras generar dudas sobre su futuro tras la derrota de la Carabao Cup ante el Grimsby. Sus declaraciones tras el partido contra el Grimsby, en las que Amorim afirmó que "se necesita un cambio" y que "los jugadores han expresado su opinión", plantearon dudas sobre si aún tiene el control del vestuario.
Antes del partido en casa contra el Burnley, que se jugará el 30 de agosto a las 21:00, Amorim explicó que era una reacción natural a la frustración y la decepción, y que su estilo no era reservado ni siempre se mantenía sereno ante los medios. Admitió que siempre reaccionaba con violencia tras derrotas similares y que era improbable que su temperamento irascible cambiara.
Amorim suele tener inestabilidad emocional en el campo. |
A pesar de admitir su propia inestabilidad mental, Amorim cree que la raíz de los problemas del United reside en la mentalidad de sus jugadores. Según él, los jugadores están atormentados por el pasado, hasta el punto de creer que existe una especie de "maldición" en el club, lo que les hace perder la concentración. Enfatiza que lo único que se puede hacer es mirar hacia el próximo partido y encontrar la manera de reaccionar, en lugar de estancarse en la derrota.
Al preguntársele si estaba seguro de quedarse tras el parón internacional, Amorim respondió que nadie podía predecir el futuro. Su intención era continuar, pero no quería hacer promesas más allá de seguir como entrenador del Manchester United. También admitió que su reacción acalorada tras el incidente de Grimsby había generado dudas sobre su dimisión, y que actuar de esa manera tenía un inevitable inconveniente.
Amorim admite que a veces tiene fluctuaciones extremas: a veces quiere irse de inmediato, a veces quiere quedarse a largo plazo; a veces siente un gran cariño por los jugadores, a veces no quiere verlos. Lo ve como una debilidad que debe superar, pero también es difícil de eliminar por completo.
Cuando le preguntaron si alguien en el club había intentado disuadirlo de rendirse, Amorim dijo que solo necesitaba unos minutos a solas, sin necesidad de que nadie le aconsejara. Comparó sus emociones extremas hacia sus jugadores con las de sus propios hijos: a veces los quería, a veces se enfadaba. Sin embargo, creía que si el equipo ganaba más, esas emociones negativas disminuirían gradualmente.
Fuente: https://znews.vn/amorim-khung-hoang-tam-ly-chan-hoc-tro-muon-tu-chuc-post1581284.html
Kommentar (0)