Sin embargo, muchos de los primeros síntomas del cáncer de riñón suelen ser vagos y se confunden fácilmente con problemas de salud comunes, como infecciones del tracto urinario, dolor abdominal o pérdida de peso. Por lo tanto, es fundamental reconocer a tiempo los signos sutiles y llevar a los niños al médico, según el sitio web de salud Verywell Health (EE. UU.).
Los niños con pérdida de peso prolongada, fatiga y pérdida de apetito pueden ser signos de advertencia de una enfermedad subyacente.
FOTO: AI
El tumor de Wilms es el tipo más común de cáncer de riñón en niños y representa aproximadamente el 90 % de los casos. Los padres no deben ser subjetivos si sus hijos presentan los siguientes síntomas:
Sangre en la orina
En los niños, la sangre en la orina a menudo se confunde con una infección del tracto urinario, especialmente cuando no está acompañada de fiebre o dolor al orinar.
De hecho, la sangre en la orina es un síntoma en aproximadamente el 25% de los niños con tumor de Wilms. La orina puede adquirir un color rosado, rojo o similar al del té o la cola. Aunque solo aparezca una vez, este síntoma no debe ignorarse. Los padres deben llevar a sus hijos a una ecografía o un análisis de orina exhaustivos para descartar enfermedades subyacentes.
Presión arterial anormalmente alta
Un síntoma que muchas personas pasan por alto, pero que puede ser una señal importante de cáncer de riñón en niños, es la presión arterial alta. Los riñones desempeñan un papel fundamental en la regulación de la presión arterial. Cuando un tumor comprime los riñones o causa daño estructural, la presión arterial puede aumentar de forma anormal.
Bulto o hinchazón inusual en el abdomen
El signo más común y característico del cáncer de riñón en niños es una masa en el abdomen. Esta masa suele ser indolora. Los padres pueden descubrir la hinchazón accidentalmente al cambiarle la ropa a su hijo o cuando este se queja de molestias abdominales.
La Sociedad Americana del Cáncer afirma que más del 80 % de los niños con tumor de Wilms se diagnostican por una señal de alerta: una masa dura en el abdomen. El tumor puede crecer rápidamente y ocupar gran parte del abdomen, pero suele ser indoloro en las primeras etapas. Esto hace que muchos padres se sientan complacientes. En algunos casos, el niño puede sentirse lleno o tener poco apetito.
Pérdida de peso, fatiga, pérdida de apetito.
Otra señal que suele pasarse por alto es la pérdida de peso inexplicable, la fatiga constante y la falta de apetito. Si esta condición persiste durante varias semanas sin mejorar, la causa podría ser una afección subyacente, como el cáncer de riñón, según Verywell Health .
Fuente: https://thanhnien.vn/ung-thu-than-o-tre-em-dau-hieu-nao-cha-me-khong-duoc-chu-quan-185250713174018558.htm
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